La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se enfrenta a una sentencia de hasta 12 años cuando un tribunal federal entregue su fallo el martes en una investigación por presunta corrupción que corre el riesgo de trastornar la ya volátil política del país.
Se espera que el tribunal de Buenos Aires se pronuncie sobre el caso en el que Kirchner está acusada tanto de corrupción como de supuestamente encabezar una “asociación ilícita” entre sus gobiernos anteriores y un magnate de la construcción. En caso de veredicto de culpabilidad, los jueces pueden dictar sentencia para ella y otros acusados. Kirchner, que ha negado repetidamente haber cometido delitos, está protegida por su inmunidad como senadora y vicepresidenta para no ir a la cárcel.
La decisión ocurre después de que un fiscal federal recomendara 12 años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos políticos para Kirchner, que fue presidenta entre 2007 y 2015. Ella ha denunciado el caso como una maniobra política de la oposición para sacarla del poder.
Es el último capítulo de la saga de la carrera política de Kirchner, desde senadora en los 90 y primera dama del presidente Néstor Kirchner a principios de siglo, hasta vicepresidenta que eligió personalmente al actual jefe de Estado, Alberto Fernández. Kirchner, una figura polarizadora, sobrevivió en septiembre a un intento fallido de asesinato que sorprendió a la nación. También se enfrenta a otros casos de corrupción en diversas fases de litigio.
En una rara entrevista con el diario brasileño Folha de São Paulo publicada el lunes, la vicepresidenta reiteró que cualquier decisión de la corte estaba políticamente motivada y supuestamente influenciada por su rival político, el expresidente Mauricio Macri, y los medios de comunicación que la critican.
“Obviamente habrá una condena”, dijo sobre el fallo.
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Kirchner, de 69 años, podría apelar la decisión ante la Corte Suprema, lo que alargaría aún más el proceso. Para despojarla de su inmunidad senatorial, dos tercios de los legisladores de la Cámara alta del Congreso tendrían que votar para retirársela, lo que no se espera que ocurra.
La esperada sentencia se considera tanto un aumento en las tensiones políticas en Argentina como una forma para que la coalición gobernante impulse posiciones de cara a las elecciones presidenciales del país del año que viene. Algunos aliados cercanos a Kirchner ya han amenazado con protestas y huelgas sindicales en caso de que la vicepresidenta sea declarada culpable.
“Las cosas se van a poner feas, ya que cualquier resultado probablemente resultará en una polarización política más profunda”, advirtió Juan Cruz Díaz, director gerente de Cefeidas Group en Buenos Aires. “Este caso ha estado muy politizado desde el principio por ambas partes, y los resultados serán muy controvertidos”.
He aquí otros puntos clave a tener en cuenta:
- El tribunal presentará su veredicto y la sentencia de los acusados, pero no se espera que dé a conocer los motivos de su decisión hasta dentro de varias semanas.
- Las encuestas muestran que la mayoría de los argentinos cree que Kirchner es culpable, aunque es poco probable que un veredicto de culpabilidad influya en su base de partidarios.
