La compañía de suministros médicos de Michael Einhorn podría quedarse sin los barbijos utilizados para proteger contra el coronavirus en dos semanas a menos que el fabricante chino de su marca reanude la producción esta semana. “Tenemos que tomar decisiones difíciles todos los días sobre quién recibe barbijos y quién no”, dijo Einhorn, fundador de Dealmed-Park Surgical, con sede en Nueva York, que emplea a casi 100 personas. “¿Enviamos barbijos al hospital suburbano o al personal de emergencias? Es una gran responsabilidad, y sabemos que vamos a cometer algunos errores”.
El dilema de Einhorn se desarrolla en un escenario global. El mortal virus ahora está presente en 100 países y las empresas no logran igualar la demanda de barbijos que necesitan los trabajadores de la salud. Eso llevó a los Gobiernos a buscar suministros, incluido Estados Unidos, que está almacenando, y Alemania y Corea del Sur, que prohibieron por completo las exportaciones de barbijos.
Autoridades de la salud pública advierten que las medidas comerciales restrictivas vinculadas a los suministros médicos podrían empeorar el déficit y plantear el riesgo de que las naciones más pobres sean más vulnerables a la propagación del coronavirus. En algunos países, incluidos Japón y Alemania, se está indicando a los médicos que reutilicen el único barbijos que reciben a diario debido a la falta de suministro.
Cero preparación
“La mayoría de los lugares no están preparados, por lo que ahora un sinfín de países está implementando estas prohibiciones de exportación”, dijo Stephen Morrison, director de Global Health Policy Center en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. “No es una solución a largo plazo. Que todos impongan prohibiciones a la exportación no resolverá el problema de cómo obtener los productos a tiempo para satisfacer estas necesidades agudas”.
Peter Navarro, asesor comercial de tono duro del presidente Donald Trump, también está presionando a EE.UU. para que promulgue una prohibición de exportación de ciertos suministros médicos, como barbijos, y obligue a las compañías farmacéuticas a fabricar medicamentos en el mercado interno.
Los fabricantes necesitan aumentar la producción de barbijos en un 40% más para satisfacer la demanda, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud. Si bien la OMS ha enviado suministros a 47 países, incluidos Irán, Camboya y Uganda, la escasez llegará pronto, especialmente de los barbijos N95 que bloquean 95% de las partículas aéreas para combatir el virus actual.
“La industria y los Gobiernos deben actuar rápidamente para aumentar la oferta, aliviar las restricciones a la exportación y adoptar medidas para detener la especulación y el acaparamiento”, dijo Tedros en un comunicado del 3 de marzo. “No podemos detener el fenómeno Covid-19 sin proteger primero a las autoridades de la salud”, dijo, refiriéndose a la enfermedad causada por el virus.