La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde dijo que el aumento del estímulo monetario de la institución para combatir las consecuencias de la crisis del coronavirus estaba justificado debido a los “graves riesgos” para la estabilidad de precios.
Los efectos netos de la expansión de la semana pasada del programa de compra de bonos de emergencia por 600.000 millones de euros (US$687.000 millones) a 1.350 millones de euros son “abrumadoramente positivos”, dijo a los legisladores en el Parlamento Europeo en una audiencia virtual el lunes.
Los comentarios de la presidenta son una defensa contra los cargos de que las medidas extraordinarias del BCE para combatir la recesión podrían no ser proporcionales al riesgo de efectos secundarios, como el aumento de los precios de los activos y la disminución de los rendimientos de los ahorros. El máximo tribunal de Alemania dictaminó el mes pasado que un programa anterior podría estar infringiendo la ley, y Lagarde respondió.
“Estas medidas no solo han impedido que la economía entre en condiciones deprimidas y deflacionarias, sino que también han contribuido a apoyar el empleo y a reducir los riesgos para la estabilidad financiera”, dijo.
“La decisión de expandir el programa de compra de emergencia pandémica será esencial para evitar una recesión aun más profunda y acelerar nuestro camino hacia la normalización”.
Lagarde anticipó que confía en que se pueda encontrar una solución para satisfacer las preocupaciones de la corte alemana, aunque reiteró que el banco central está bajo la jurisdicción de la corte superior de la Unión Europea, que ya dictaminó que la flexibilización cuantitativa es legal.
Por parte Lagarde comentó que el plan pandémico es “temporal, específico y proporcionado” y que subraya la “determinación y disposición del Consejo de Gobierno de ajustar todos sus instrumentos, según corresponda, para garantizar que la inflación se mueva hacia su objetivo”.
El BCE espera una contracción económica de 8,7% en la zona del euro este año, con una inflación en los próximos años muy por debajo de la meta de la institución de poco menos de 2%.
Lagarde también pidió a los líderes de la Unión Europea que no se demoren en aprobar un plan de crédito conjunto por 750.000 millones de euros para ayudar a las naciones en dificultades a reconstruir sus economías.
“Es importante adoptar este paquete rápidamente”, dijo Lagarde. “Establecer un cronograma claro dará más certeza y confianza a los ciudadanos, las empresas y los mercados financieros. Cualquier demora tiene el riesgo de generar efectos negativos y aumentar los costos y, por lo tanto, las necesidades financieras de esta crisis”.