Los líderes mundiales hicieron un llamamiento a la moderación y se movilizaron para retirar a sus ciudadanos después de que Irán disparase misiles contra bases aéreas conjuntas de Estados Unidos e Iraq en su primer contraataque desde la muerte del general Qassem Soleimani por las fuerzas estadounidenses.
Desde Asia a las Américas, aumentaron las preocupaciones a un conflicto armado a medida que las tensiones sacudían los mercados mundiales. La respuesta mostró el poco apetito que hay entre los aliados de Estados Unidos a otra guerra directa en la región clave en producción de energía.
Estas son algunas de las reacciones:
Australia. El primer ministro australiano, Scott Morrison, ordenó al jefe de la fuerza de defensa del país que tomara las medidas necesarias para proteger al personal militar y diplomático. Australia proporciona entrenamiento militar al Ejército iraquí, con aproximadamente 300 efectivos en el país.
Canadá. El general Jonathan Vance, jefe de personal de defensa de Canadá, dijo por Twitter que todas las fuerzas militares desplegadas estaban “seguras y contabilizadas” después de los ataques con misiles.
China. China expresó su preocupación por los acontecimientos más recientes y dijo que el país estaba en estrecho contacto con todas las partes de la región. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, dijo en una sesión informativa regular en Pekín que China esperaba que la situación se calmara pronto y prometió desempeñar un papel constructivo para reducir las tensiones.
Alemania. La ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, dijo a la televisión ARD que el Gobierno alemán rechaza la agresión en “los términos más fuertes posibles”, y que los efectivos alemanes no sufrieron daños en los ataques iraníes. Berlín ya había comenzado a retirar al personal militar de Irak antes del ataque.
Japón. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, decidió cancelar un viaje a Oriente Medio, que tenía previsto comenzar este fin de semana debido a la convulsión, informó Kyodo News el miércoles. El alto portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, dijo que el país estaba profundamente preocupado por el aumento de las tensiones y que Tokio buscaba una solución diplomática.
India. India aconseja a sus ciudadanos que eviten todos los viajes no esenciales a Irak hasta nuevo aviso, dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores en Twitter. El país asiático, que depende del crudo de Medio Oriente para cubrir casi dos tercera partes de sus necesidades, informó importaciones por valor de US$8.350 millones de Iraq en el año fiscal actual. Se estima que el número total de indios en Iraq es de entre 15.000 y 17.000.
Nueva Zelanda. El primer ministro interino, Winston Peters, dijo que el Gobierno estaba preocupado por la escalada de las hostilidades e instó a la moderación y la diplomacia. Se estima que Nueva Zelanda tiene unos 45 militares en el campamento Taji cerca de Bagdad, donde han estado entrenando a las tropas iraquíes. Está previsto que el despliegue finalice en junio.
Filipinas. Filipinas ha ordenado la evacuación de miles de sus ciudadanos de Iraq a medida que el conflicto se intensifica. El Departamento de Asuntos Exteriores dijo que había elevado su nivel de alerta al más alto en Iraq, lo que requiere la evacuación de unos 6.000 ciudadanos filipinos. El presidente Rodrigo Duterte dijo a los militares que preparen equipos para ayudarlos a salir.
Sudáfrica. Pretoria observa los acontecimientos con “gran preocupación” e instó a todos los Gobiernos a “hablar a través de las organizaciones multilaterales que se han establecido hasta reducir las tensiones”, según el portavoz del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación, Lunga Ngqengelele.
Corea del Sur. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur dijo que estaba en contacto con las autoridades iraníes para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. El presidente Moon Jae-in estaba siguiendo de cerca la situación, dijo una portavoz presidencial.
Emiratos Árabes Unidos. El ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail Al Mazrouei, pidió moderación por ambas partes. “Esperamos que la sabiduría de ambas partes disminuya la tensión”, dijo, y agregó que el mercado petrolero estaba bien abastecido para capear la tormenta.
Reino Unido. El Gobierno del Reino Unido denunció el ataque iraní y advirtió que una nueva guerra en Oriente Medio alimentaría el terrorismo. “Condenamos este ataque a las bases militares iraquíes que albergan fuerzas de la coalición, incluidas las británicas”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab. “Instamos a Irán a que no repita estos ataques imprudentes y peligrosos, y que en su lugar busque una distensión urgente”.