La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, se enfrentará el miércoles por la noche con molestos legisladores de su Partido Conservador por segunda vez en tres días, mientras dirige una reunión privada sobre sus negociaciones relativas al brexit.
La reunión del Comité 1922 de parlamentarios conservadores es una oportunidad para que desafíen su estrategia y para que ella enfrente a sus detractores.
Muchos parlamentarios conservadores se pusieron furiosos la semana pasada después de que ella planteara la posibilidad de que el Reino Unido permanezca vinculado a la Unión Europea por más tiempo de lo planeado previamente. May argumenta que esa es una forma posible de ganar la lucha del bloque.
May eliminaría una demanda "clave" para llegar a un acuerdo sobre el brexit
La asediada líder ha luchado por liberarse de sus detractores desde que se terminó su mayoría en una apuesta electoral el año pasado. Por lo general, ha resistido las tormentas haciendo declaraciones que apaciguan de alguna forma a los posibles rebeldes, solo para que el proceso se repita la próxima vez que ofrezca una concesión en las negociaciones con la UE.
Por ahora, aunque solo una persona –Graham Brady, presidente del Comité 1922– sabe cuántos legisladores han enviado cartas pidiendo un voto de confianza para May, algunos conservadores dicen en privado que el número está cerca de los 48 necesarios para activar una votación. Si May no logra convencer en la reunión, podría empujar a otros a que envíen sus propias cartas.
Del mismo modo, si el estado de ánimo en la sala es leal a May, aquellos que quieren que se vaya podrían desistir de la acción. Si presionan para obtener un voto de confianza y May lo gana, no puede ser desafiada por un año más.