La fabricante de automóviles alemana Daimler AG y su subsidiaria estadounidense Mercedes-Benz USA LLC acordaron el lunes resolver las acusaciones de que violaron las reglas de emisiones de Estados Unidos y California en un acuerdo que supera los US$1.500 millones en multas y otros costos.
Por separado, Daimler dijo el lunes que acordó pagar US$700 millones para resolver una demanda colectiva en Estados Unidos, lo que eleva el total relacionado con las presuntas violaciones a US$2.200 millones.
La Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Justicia de EE.UU. presentaron la propuesta federal de acuerdo en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito de Columbia, en el último caso en el que los reguladores de EE.UU. atacan el presunto engaño de las emisiones en la industria automotriz.
“Cuando algo termina costando a un fabricante US$1.500 millones, anticipamos que eso tendrá efectos disuasorios también en otros fabricantes de automóviles”, dijo el Fiscal General Adjunto de Estados Unidos Jeffrey Rosen durante una conferencia de prensa virtual el lunes por la tarde con el administrador de la EPA, Andrew Wheeler.
El acuerdo incluye una multa civil de US$875 millones, US$436 millones para pagar retiros del mercado y un programa federal de mitigación ambiental, US$110 millones para esfuerzos de mitigación en California y más de US$70 millones en otras sanciones, dijo la EPA en un comunicado.
El acuerdo de Daimler con el gobierno de EE.UU. cubre reclamaciones civiles y ambientales relacionadas con los sistemas de control de emisiones de aproximadamente 250.000 coches y furgonetas. Volkswagen AG admitió en 2015 haber manipulado hasta 11 millones de motores diésel en todo el mundo, incluidos aproximadamente 600.000 en EE.UU.
La queja del gobierno de EE.UU. alega que Daimler no reveló los dispositivos de emisiones a los reguladores de EE.UU. en sus camionetas Mercedes Sprinter y varios vehículos de pasajeros de 2009 a 2016. Los dispositivos hacían que los sistemas de control de emisiones de los vehículos funcionaran de una manera durante las pruebas y de otra cuando los consumidores estaban detrás del volante.
Daimler negó las acusaciones en la denuncia y no admite ninguna responsabilidad, de acuerdo con el decreto de consentimiento publicado el lunes. La fabricante de automóviles reveló provisiones para los acuerdos el mes pasado.
“Los acusados sabían o debían haber sabido que uno o más dispositivos” no revelados “tendrían el efecto principal de eludir, anular, eliminar o dejar inoperantes” los sistemas de control de emisiones en los vehículos, dijo el gobierno en la denuncia.
Gastos adicionales
Daimler dijo el mes pasado que espera incurrir en cientos de millones de euros en gastos adicionales relacionados con el cumplimiento de los requisitos de sus acuerdos y que los costos afectarán su negocio durante los próximos tres años.
“Con los acuerdos, damos otro paso importante hacia la resolución de varios procedimientos sobre el diésel”, dijo el fabricante de automóviles en un correo electrónico. Los acuerdos permiten a Daimler evitar “acciones judiciales prolongadas, con los respectivos riesgos legales y financieros”.
Aunque los costos se suman a los vientos en contra financieros de Daimler provocados por la pandemia de covid-19, las cantidades son relativamente pequeñas en comparación con las violaciones de emisiones a mayor escala que le han costado a VW más de 30.000 millones de euros (US$36.000 millones).
El pacto anunciado hoy por la EPA resuelve los problemas que surgieron cuando los reguladores estadounidenses intensificaron su examen de las emisiones de diésel después de que saliera a la luz el escándalo de trampa de VW en 2015. El Departamento de Justicia le pidió a Daimler que investigara su proceso de certificación de vehículos el año siguiente.
Dependiendo del modelo, los vehículos diésel en cuestión emitían contaminación que formaba smog a varias veces el límite legal, dijo la Junta de Recursos del Aire de California (CARB, por sus siglas en inglés) en un comunicado. El regulador de aire limpio del estado investigó los vehículos Mercedes-Benz junto con la EPA.
‘Detectar trampas’
“Los californianos viven con uno de los peores aires del país, un aire que tiene un impacto adverso en la salud pública, causando o contribuyendo al asma, enfermedades respiratorias y muerte prematura”, dijo la presidente de CARB, Mary Nichols, en un comunicado. “Los fabricantes de automóviles deben aprender que en este estado, CARB continuará utilizando la ciencia y la tecnología más recientes y sofisticadas para detectar trampas y violaciones que afectan nuestro aire y nuestra salud”.
La participación de California en el decreto de consentimiento federal y un segundo acuerdo específico de California totalizan US$285,6 millones, según CARB.
Bajo el arreglo para la demanda colectiva, los propietarios de vehículos serán elegibles para modificaciones gratuitas de los sistemas de emisiones y garantías extendidas. Además, pueden recibir hasta US$3.290, una cifra que se reduciría si los antiguos propietarios se presentaran a reclamar una parte.
“Consideramos que esto es una inmensa victoria para los consumidores, el medio ambiente y para la ley de las demandas colectivas”, asegura Steve Berman, socio gerente de Hagens Berman, quien estuvo involucrado en el litigio.