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Opinión de los especialistas

El miedo a la candidatura de Cristina y la confianza en las licitaciones del BCRA

Tres expertos en el mercado analizan el panorama electoral y su influencia en la economía. La presencia de CFK sube el riesgo país, dicen.

Cristina Fernández de Kirchner
Cristina Fernández de Kirchner al llegar a Comodoro Py | NA

Bloomberg News conversó sobre la situación del mercado de Argentina y las  principales claves a seguir en el corto plazo, teniendo en cuenta las elecciones que se avecinan y la posible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner.

Los especialistas consultados fueron Daniel Chodos, jefe de estrategia de trading de renta fija en Latam de Credit Suisse; Nicolás Chiesa, jefe de sales y trading en Portfolio Personal Inversiones; y Guillermo Maresco, sales y trading en Banco Industrial.

Lo que asusta: el ruido de Cristina. Hoy todo el desvelo de los inversores se enfoca en el tema político. Se cree que la sola expectativa de que la anterior presidenta Cristina Fernández sea candidata en las elecciones de octubre le añade entre 200 y 300 puntos básicos adicionales al riesgo país de Argentina. Si bien el mercado parece mantener todavía consenso en torno a la reelección de Mauricio Macri, el costo para asegurarse de un default de Argentina en los próximos cinco años se ubica en 766 puntos, solo superado por Venezuela y el Líbano.

Habrá una pista clave el 12 de mayo, cuando la provincia de Córdoba defina su gobernación. Ese distrito fue decisivo en 2015 para que los comicios se encaminaran a favor de Macri, al aportar 1,5 millón de votos en una elección que el actual mandatario terminó ganando por poco menos de 680.000 votos. La elección provincial podría arrojar ruido al mercado, ya que es poco probable que un apoyo a Macri tan categórico se repita.

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Lo que da confianza: adiós a Letes sin riesgo electoral. El gobierno argentino tendrá entre hoy y mañana una nueva licitación de deuda local ante una relativa paz, faltando aún meses para las elecciones. Para renovar unos USD760 millones que vencen esta semana, emitirá una letra en dólares que vencerá el 25 de octubre, justo el viernes previo a los comicios, siendo así la última que podrá colocar sin tanto ruido electoral. Es probable que esto lo ayude a lograr, al menos por esta vez, una alta renovación. Hay también buena expectativa para las Lecap y las Lecer.

Para el resto del año, el programa financiero contempla una baja tasa de renovación en torno al 40%, que parece fácil de alcanzar gracias a los altos niveles de "rollover" en los primeros meses del año.

Lo que ilusiona: venta del agro, incluso si es menor, ayudará. Una buena liquidación de la cosecha gruesa, que se espera récord, podría provocar un fortalecimiento del peso y llevar al tipo de cambio a acercarse al piso de su banda de flotación. Se estima que el monto total reunido por el sector ascenderá a USD 20.000 millones hasta fin de año.

La sola expectativa de que la anterior presidenta Cristina Fernández sea candidata en las elecciones de octubre le añade entre 200 y 300 puntos básicos al riesgo país.

Todo dependerá de la decisión que tomen los productores. Es probable que almacenen una parte importante de la cosecha debido a una moneda inestable y una guerra comercial que deprime a los mercados mundiales. Aún así, para un mercado cambiario pequeño como el argentino, donde se manejan cerca de USD300 millones diarios, incluso las pequeñas ventas de los productores de granos generarán un importante flujo de dólares que podría atraer a los inversores interesados ​​en el carry trade.

Lo que sorprende: Pocos pesos para el dólar. La cantidad de dinero en poder del sector privado en efectivo y en el banco, que se conoce como M3, está en un mínimo de diez años. Teniendo en cuenta esto, no parece que haya demasiado combustible para que los argentinos se vuelquen a la compra de dólares en la previa electoral.

A esto se le suma la presunción -no hay datos oficiales- de que hoy los inversores del exterior no tienen posiciones grandes, sino meramente tácticas. Esto da tranquilidad a los operadores porque reduce el riesgo de una salida rápida de capitales. El mayor apetito que hoy se ve en las mesas de dinero por los bonos en pesos son de inversores locales: los bonos Badlar soberanos, que vencen en 2020 y 2022, y el de la Provincia de Buenos Aires, que madura en 2025.