Cuando el calor y la humedad aumentaban y los neoyorquinos, famosos por su rápido caminar, bajaban la velocidad, un pequeño milagro sucedió en Midtown: una casa unifamiliar se construyó en tres días.
El pequeño prototipo de 22 metros cuadrados (237 pies cuadrados), que se exhibe en la Plaza de las Naciones Unidas, está diseñada para una familia de cuatro personas. Es autosuficiente, produce agua potable del aire, electricidad del sol y comida de un jardín vegetal vertical incorporado en las paredes exteriores. Y a un precio esperado de alrededor de US$35.000, podría proporcionar una respuesta económica a una escasez mundial de viviendas.
"Con este clima, esta casa produciría suficiente comida para una familia de cuatro personas durante unos 260 días" de un año, dijo Anna Dyson, profesora de arquitectura y silvicultura y estudios ambientales de la Universidad de Yale. "En mejores climas, en África, por ejemplo, podría producir un excedente de comida".
El Centro de Ecosistemas en Arquitectura de Yale y Gray Organschi Architecture con sede en New Haven, Connecticut, colaboraron con las organizaciones ambientales de la ONU para diseñar, construir e instalar la casa, llamada Módulo de Vida Ecológica. Antes de los tres días en que se construyó la casa en la Plaza de las Naciones Unidas el mes pasado, los componentes de la vivienda se fabricaron fuera del sitio durante alrededor de cuatro semanas.
Con una alta humedad –piense en Manhattan en agosto– la casa podría producir unos 20 litros de agua potable por día. En todo el mundo, alrededor de 844 millones de personas no tienen acceso a agua limpia, según la Organización Mundial de la Salud.
Si se fabricaran micro-casas, tendrían un precio de entre US$30.000 y US$35.000 cada una, sobre la base de 1.000 unidades y sin incluir el terreno, según Alan Organschi, director de la firma de arquitectura. El precio de venta medio de una vivienda nueva en Estados Unidos fue de US$302.100 el mes pasado.
Los módulos serían ideales para albergar personas desplazadas por desastres naturales, como los huracanes del año pasado en Puerto Rico y Katrina en Nueva Orleans, señaló August Organschi, hijo de Alan. En la ONU, un equipo de 16 personas armó la pequeña casa, completamente fabricada de madera.
"Psicológicamente, la gente simplemente se siente mejor en la madera", señaló August Organschi. "Y ambientalmente, es renovable".
Los líderes del proyecto quieren que el prototipo genere discusión pública y nuevas ideas sobre viviendas asequibles y amigables con el medioambiente. Permanecerá en exhibición en la Plaza de las Naciones Unidas –ubicada en la Primera Avenida y la calle 43– hasta al menos el 11 de agosto y en septiembre será trasladada a San Francisco.