“Nace una estrella”, que se estrena este viernes en los Estados Unidos, está cautivando a los críticos. Se prevé que generará importantes ganancias y ya se perfila para un posible Oscar a Mejor Película. Pero esto podría no ser suficiente para AT&T Inc., la nueva propietaria de Warner Bros.
AT&T absorbió al estudio cinematográfico en junio como parte del acuerdo de US$85.000 millones por Time Warner Inc. El gigante de las telecomunicaciones está ávido de contenido para competir con Netflix Inc. y espera usar a Warner Bros. -especialmente su vasta filmoteca y su franquicia DC Comics- para crear y vender los servicios de AT&T a sus 170 millones de abonados. Idealmente, eso significa lanzar una película con una recaudación de US$1.000 millones en medio de una ola de publicidad que haga hablar al mundo entero.
Algo como, por ejemplo, “Pantera Negra” de Walt Disney Co.
Nadie prevé un juego para teléfonos inteligentes basado en los protagonistas de “Nace una estrella”, Bradley Cooper y Lady Gaga, cantando duetos en el festival de música de Coachella.
Warner Bros. fue el estudio número uno durante años, pero no desde 2014. Todos en el negocio del cine están detrás de Disney en este momento. Esta compañía realiza la mitad de películas que Warner Bros. y obtiene aproximadamente el doble de ganancias. La estrategia de Disney consiste en lanzar alrededor de 10 películas por año y convertirlas en éxitos de taquilla. La modalidad de Warner Bros. consiste en hacer 20 o más películas de distintos géneros, con estrellas como Cooper y Gaga, y esperar que el número de éxitos supere el de fiascos.
Mejores 25
El mercado “ya no soporta tantas películas como antes”, dijo Doug Creutz, analista de Cowen & Co. “Las 25 mejores películas obtienen una proporción mucho mayor de la recaudación que antes, o sea que presentar una lista amplia prácticamente garantiza que algunas no funcionen”.
Al 30 de septiembre, la cuota de mercado local de 30,8 de Disney en 2018 representaba el doble de la de Universal Pictures (14,7 por ciento) de Comcast Corp. y la de Warner Bros. (13,7 por ciento), según Box Office Mojo.
“Warner Bros. siempre tuvo una programación variada de películas y uno de nuestros principios básicos como estudio es producir contenido con una variedad de voces creativas que abarquen el espectro del talento”, dijo en una declaración Dee Dee Myers, portavoz del estudio. Disney no accedió a hacer declaraciones.
Pese a ubicarse por detrás de Disney, Warner Bros., con sede en Burbank, California, tuvo el año más rentable de su historia en 2017, liderado por “La Mujer Maravilla” de DC y una remake de “It” de Stephen King, que recaudó más de US$700 millones a nivel global con un presupuesto de US$35 millones.
Este año, “Megalodón” resultó un sorpresivo éxito para Warner Bros. y “La Monja” se convirtió en la película más popular de la serie “El Conjuro”, que ha generado más de US$1.500 millones a nivel mundial.
De todos modos, si Warner Bros. quiere producir una gallina de huevos de oro para su sociedad controlante, quizá deba pensar una manera de hacer películas lo bastante grandes como para inspirar ventas de juguetes y eventos en vivo. Su película de mejor desempeño a nivel local en 2018, “Crazy Rich Asians”, tiene potencial para una secuela, pero no da pie a figuras coleccionables.
“Si AT&T busca retornos financieros, no vendrán de ‘Crazy Rich Asians’”, dijo Paul Sweeney, analista de medios de Bloomberg Intelligence. “Pagaron una prima abultada por Time Warner. Necesitan otro Harry Potter para recuperarse los próximos 10 años”.