El escenario está listo para nuevos recortes en las tasas de interés por parte de los bancos centrales latinoamericanos, luego de una avalancha de datos de precios al consumidor benévolos publicados el jueves.
La inflación anual en México cayó a su nivel más bajo desde finales de 2016, mientras que los datos de año a año en Brasil y Chile estuvieron cerca de un punto porcentual por debajo de sus respectivos precios objetivo. Los inversionistas ven probabilidades de un recorte de costos de préstamos de un cuarto de punto en México para la decisión de política de la próxima semana. También han asimilado en los precios una reducción de hasta medio punto en Chile y Brasil en septiembre, tras los recortes anteriores en ambos países.
Los banqueros centrales latinoamericanos se apresuran a ayudar a sus economías, afectadas por la desaceleración del crecimiento global y los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como por factores internos, incluida la incertidumbre política. Están listos para seguir a sus pares en Asia, que a principios de esta semana presentaron una ronda de recortes en los costos crediticios destinados a contrarrestar el empeoramiento de las perspectivas internacionales.
“En toda la región estamos viendo un crecimiento muy mediocre. Las cifras de inflación han sido muy buenas, ya sea en el objetivo o por debajo del objetivo", asegura Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs. "Hay un movimiento sincronizado hacia la relajación, tanto en los mercados emergentes como en los desarrollados".
Una reciente caída en los precios mundiales de los productos básicos en medio del empeoramiento de las tensiones comerciales puede ayudar a controlar una perspectiva de inflación regional ya favorable. Los costos de la energía en México han caído durante cuatro meses consecutivos, mientras que el combustible ha ayudado más recientemente a mantener bajos los precios al consumidor en Brasil y Chile.
Mientras tanto, México esquivó por poco una recesión, después de obtener un crecimiento de 0,1% en los tres meses hasta junio, y las débiles ventas minoristas y producción industrial en Brasil están llevando a la economía más grande de América Latina a su segunda contracción trimestral consecutiva. En Chile, el objetivo de crecimiento de 3,2% del gobierno se ha visto socavado por una caída en el precio del cobre, la principal exportación del país, así como por un pobre sentimiento del consumidor.
Sin duda, no todo América Latina está flexibilizando la política monetaria en este momento. Con una inflación anual de 55,8%, Argentina tiene pocas posibilidades de reducir los costos de endeudamiento más altos del mundo, mientras que las expectativas de un crecimiento constante y una inflación acelerada han incitando a los formuladores de política colombianos a mantener las tasas en espera por ahora.
Aun así, el recorte de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos la semana pasada alienta a muchos países latinoamericanos a seguir su ejemplo. El jueves, Perú podría reducir sus costos de endeudamiento por primera vez en un año y medio.
"La presión inflacionaria ha retrocedido a nivel mundial", asegura Miguel Ricaurte, economista jefe del Banco Itaú en Santiago. "Está abriendo la puerta a recortes de tasas de interés en varias economías diferentes de la región".