Los operadores globales inundaron India, atraídos por el auge de los viajes locales y la previsión de que ese mercado de la aviación para 2025 será el tercero del mundo. Sin embargo, India resultó ser un mercado fuertemente competitivo, donde las ganancias son escasas y la supervivencia de las aerolíneas más débiles dista de estar asegurada.
Jet Airways India, uno de los primeros operadores que se lanzó al abrirse el mercado a comienzos de la década de 1990, dijo en una presentación de documentación este mes que necesita efectivo para cumplir con los requisitos de liquidez. El precio de la acción está en caída libre y la junta directiva de la compañía, que postergó más de dos semanas el anuncio de los resultados de ganancias, tiene previsto reunirse este lunes para debatir medidas de austeridad y un plan de reestructuración.
Se trata del signo más reciente de crisis financiera en un mercado acosado por una guerra de precios devastadora que dificultó la vida a operadores extranjeros que van desde la aerolínea de bajo costo AirAsia Group de Malasia hasta Singapore Airlines, sin hablar de un numeroso grupo de empresas locales. La competencia seguramente se intensificará si Qatar Airways lleva adelante su propuesta de lanzar una aerolínea de corta distancia en el país.
El sector de la aviación comercial india está en crisis en gran medida desde que el gobierno acabó con el monopolio estatal de Indian Airlines en 1994. Kingfisher Airlines, agobiada por las deudas, puso fin a sus operaciones en 2012… y otros 10 operadores locales se encuentran atascados en una lucha prácticamente infructuosa por pasajeros, pese a operar en el mercado de mayor crecimiento del mundo.
Factor destructivo
Los operadores indios pagan los precios del combustible para aviones más altos del mundo a raíz de impuestos locales de un 30 por ciento. Pero el verdadero factor destructivo fue una prolongada guerra por viajes que empujó tan abajo los precios de los pasajes que apenas cubren los costos. “En este momento es un mercado de compradores”, dice Conrad Clifford, vicepresidente para Asia Pacífico de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). “India tuvo 46 meses seguidos de un crecimiento (de pasajeros) de dos dígitos, pero a las aerolíneas sigue resultándoles un mercado difícil para operar”.
Con el ingreso de operadores de bajo costo como IndiGo y SpiceJet desde mediados de los años 2000, los operadores con servicio completo que, como Jet Airways, tienen gastos generales más altos -por las comidas y el entretenimiento en vuelo- se han visto obligados a ofrecer descuentos a pasajeros que buscan una buena oferta.
Por ejemplo, en 2015, SpiceJet ofrecía viajes por apenas 2 centavos. Los precios promedio de los pasajes Nueva Delhi-Bombay, la tercera ruta más activa del mundo, cayeron 15 por ciento a 3.334 rupias (US$48) en julio-agosto respecto del año anterior, según la agencia de viajes online Yatra.com.
Los pasajes están un 40 por ciento más baratos desde 2014, según Sanjiv Kapoor, director comercial de Vistara, la empresa local de Singapore Air. Puede compararse con el servicio ferroviario premium para la misma ruta que cuesta 4.075 rupias.
Estos pasajes “no son sostenibles”, pero “no queda más remedio” que seguir ofreciéndolos, dijo Rahul Bhatia, el multimillonario cofundador de InterGlobe Aviation Ltd. que opera IndiGo a los analistas el mes pasado después de que todas sus ganancias trimestrales quedaran prácticamente anuladas. Para Robert Mann, responsable de la firma consultora de aviación R.W. Mann & Co., con sede en Nueva York, el mercado indio se parece en la actualidad al de EE.UU. hace tres décadas, cuando en 1978 el gobierno liberó los precios de los viajes del control federal, dando lugar a una guerra por los pasajes.