Petróleos Mexicanos recibió el primer pago de su cobertura petrolera contratada para este año, luego de que los precios registraran su mayor caída en tres décadas en medio de la batalla de algunos productores por participación de mercado y la rápida expansión del coronavirus.
Pemex protegió sus exportaciones de petróleo de 2020 a un promedio de US$49 por barril, recibiendo el primer pago para el mes de febrero, informó en un comunicado enviado por correo electrónico. La cobertura se activó en febrero “ante la caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales por efecto del coronavirus Covid-19”, indicó.
Pemex cubrió 234.000 barriles por día en 2020, un poco más de una quinta parte de sus exportaciones de petróleo crudo, que promediaron 1,1 millones de barriles por día en 2019, según un reciente documento presentado a la Bolsa Mexicana de Valores. Se trata de una reducción de 24% en el volumen que cubrieron en comparación con 2018. La cobertura propia de Pemex es mucho más pequeña que la cobertura soberana de petróleo de México, la más grande del mundo, que, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ha protegido completamente el ingreso petrolero del país este año.
El petróleo registrará su peor semana desde 2008, después de que Arabia Saudita y Rusia se comprometieran a extraer más combustible en una batalla por participación de mercado, justo cuando se espera que el coronavirus impulse la primera disminución de la demanda desde 2009. Algunos inversionistas temen que incluso con las coberturas, Moody’s Investor Service o S&P Global puedan rebajar la calificación de los bonos de Pemex después de que Fitch la rebajara a basura el año pasado.
“Pemex todavía siente el impacto de otras cosas”, dijo Luis Maizel, cofundador de LM Capital Group, que posee bonos de Pemex. “La corrupción sigue ahí, la eficiencia es baja, hay muchos elementos que afectan los resultados de Pemex además del precio, y nada de esto está ayudando a resolverlo”.
Pemex es el mayor prestatario entre todas las petroleras del mundo, con una deuda de cerca de US$100.500 millones. Sus pérdidas prácticamente se duplicaron en 2019, su primer año bajo un nuevo gobierno de izquierda que prometió revitalizar la producción, que ha caído todos los años desde su máximo de 2004. El año pasado, la producción de crudo y condensado cayó 7,4% en comparación con el año anterior, llegando a 1,68 millones de barriles por día.