En febrero, Puerto Rico y un grupo de inversionistas llegaron a un acuerdo para reducir la deuda que les permitiría recuperar hasta 77,6 centavos por dólar de su inversión en los bonos de la isla. Sin embargo, ese acuerdo puede tener que revisarse, a medida que el coronavirus oscurezca las perspectivas de la economía.
Si bien el estado libre asociado estima que su economía ha estado creciendo después de más de una década de contracción, el coronavirus podría ejercer una carga considerable sobre la economía de Puerto Rico en los próximos dos trimestres.
El plan tentativo sobre cómo recortar casi US$18.000 millones de la deuda de Puerto Rico está en suspenso, después de que la jueza que supervisa la quiebra récord cancelara las audiencias programadas para principios de junio, mientras los funcionarios de la isla trabajan para frenar la propagación de la enfermedad. También trabajarán con la junta de supervisión financiera de Puerto Rico para evaluar el impacto económico del virus en la capacidad de la isla para pagar a los tenedores de bonos, dijo la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal en un documento judicial presentado el jueves.
“Esto hará que sea más difícil dar el mismo nivel de crecimiento de los ingresos y los obligará a reducir aún más el capital de los tenedores de bonos”, asegura Matt Fabian, socio de Municipal Markets Analytics.
La economía se detiene
Los estados y las ciudades de EE.UU. están luchando para controlar qué tan mal se verán afectadas sus finanzas a medida que cierren las empresas, las escuelas y las instituciones culturales. En el caso de Puerto Rico, también debe navegar a través de su quiebra de casi tres años, a medida que la mayor parte de la actividad económica se detiene.
El último desafío probablemente obligará a la isla a colocar la reestructuración de la deuda en un segundo plano, como lo hizo después de ser golpeada por el huracán María en 2017. Dependiendo de cómo Puerto Rico resista el golpe económico, la cantidad de dinero para pagar el servicio de la deuda puede cambiar.
“Puede afectar las recuperaciones”, asegura John Ceffalio, analista de investigación de crédito municipal de AllianceBernstein, que administra una deuda de US$47.000 millones, incluidos valores de Puerto Rico. “Nuestro resultado deseado del trabajo de la junta es la sostenibilidad para la isla: economía sostenible, presupuesto sostenible, servicio de la deuda sostenible, y dada la incertidumbre con el virus, hay muchas preguntas en este momento sobre qué es sostenible”.
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