Las preocupaciones de los países en desarrollo han sido ampliamente ignoradas en las negociaciones de la OCDE para reformar el sistema tributario global, lo que lo convierte en un mal acuerdo para ellos, dijo el jueves el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán.
El país se encuentra entre los 140 países que participan en las discusiones dirigidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos para reescribir la forma en que se gravan las multinacionales. El acuerdo reasignaría una parte de las ganancias de las mayores multinacionales a más países, conocido como Pilar Uno, y crearía una tasa impositiva mínima global, conocida como Pilar Dos. Los negociadores esperan llegar a un acuerdo final el viernes, tras firmar un acuerdo interino en el verano.
Argentina es miembro del Grupo de los 20 países que se supone que firmarán el acuerdo a finales de este mes.
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Aspectos del acuerdo alcanzado durante el verano que preocupaban desde el punto de vista de los países en desarrollo aún persisten y algunos de ellos incluso han empeorado, dijo Martín Guzmán, ministro de Economía de Argentina, a periodistas el jueves en una conferencia de prensa de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional.
Guzmán agregó que los legisladores de los países en desarrollo se ven obligados a elegir entre algo malo y algo peor, y que el peor escenario sería no obtener nada, y lo malo, es lo que estarían obteniendo.
Por ejemplo, los países tendrían que eliminar las medidas unilaterales más allá de los impuestos a los servicios digitales y acordar una prohibición de estas medidas en el futuro, pero los ingresos que obtienen del acuerdo podrían no valer la pena, dijo en la misma rueda de prensa Raúl Enrique Rigo, secretario de Hacienda.
Rigo agregó que es poco probable que los compromisos que se solicitan a los países en desarrollo estén a la altura de los beneficios de la propuesta.
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El esfuerzo por reformar las reglas tributarias globales también ha desviado los esfuerzos de los países en desarrollo para gravar la economía digital, mientras que el plan global final no cumple completamente con sus expectativas, dijo el jueves Logan Wort, secretario ejecutivo del Foro Africano de Administración Tributaria, que representa a las agencias tributarias de todo el continente, en un evento organizado por las Naciones Unidas.
La OCDE declinó realizar comentarios.
También el jueves, Oxfam Internacional dijo en un comunicado que el G7 y los países de la Unión Europea obtendrían alrededor de dos tercios de los beneficios del impuesto mínimo global, mientras que los países más pobres obtendrían menos del 3%, y que la reasignación del Pilar Uno también favorecería mayoritariamente a los países ricos.
ED
