Los votantes que planean quedarse despiertos hasta tarde en la noche de las elecciones para averiguar qué partido ganará el control de la Cámara y el Senado, deben estar preparados para una posible maratón de espera.
El inusualmente alto número de muy reñidas contiendas, muchas en estados conocidos por la lentitud en el conteo de votos, significa que la primera elección legislativa de la presidencia de Donald Trump podría extenderse por horas extras, tal vez días, después del 6 de noviembre.
Las autoridades electorales estatales se enfrentarán con márgenes potencialmente estrechos, papeletas provisionales y de voto en ausencia, así como con la posibilidad de impugnaciones a los resultados.
Los primeros resultados, después del cierre de las urnas en el este de Estados Unidos a partir de las 6 p.m. hora de Nueva York, podrían dar una indicación temprana de si los demócratas lograron generar la llamada ola demócrata para anular el control de los republicanos en la Cámara de Representantes y, tal vez, en el Senado.
Pero ni siquiera una oleada garantiza una resolución rápida. En 2006, en la última elección, se necesitaron dos días para determinar que los demócratas habían dado un giro en el control del Senado de EE.UU. debido a los resultados tan estrechos en Virginia y Montana.
"En el curso normal de cualquier elección, habrá papeletas que tardarán más en contarse", dijo Michael McDonald, profesor de la Universidad de Florida que hace un seguimiento de los datos de votación. "Si esos son los estados donde hay elecciones particularmente estrechas, puede que tengamos que esperar varios días antes de saber".
Las perspectivas de ambigüedad son más altas este año, en parte, debido a un número inusualmente alto de postulaciones para la Cámara de Representantes en California, donde el voto por correo es más popular que el voto en persona. Las papeletas del estado dorado pueden recibir el sello postal del día de las elecciones y llegarán a las oficinas electorales del condado el viernes después de las elecciones.
El estado, donde alrededor de una cuarta parte de las papeletas emitidas en 2014 fueron escrutadas por lo menos dos días después de las elecciones, es fundamental para los esfuerzos demócratas de tratar de asegurar la ganancia neta de 23 escaños que el partido necesita para controlar la Cámara de Representantes.
Con 435 escaños en la Cámara de Representantes y 35 en el Senado en las papeletas de votación de la nación, otros estados también podrían generar demoras en el conteo o impugnaciones legales en los centros de votación.
El estado de Washington, donde el Informe Político no partidista Cook califica tres elecciones a la Cámara de Representantes como competitivas, lleva a cabo todas sus votaciones por correo. Las papeletas deben estar selladas por el correo a más tardar el día de elecciones, o deben ser entregadas en una urna antes de las 11 p.m., hora del Este.
Iowa tiene dos postulaciones en la Cámara de Representantes calificadas como competitivas y hace un amplio uso de las papeletas en ausencia. Esos votos deben estar sellados por el correo a más tardar el día antes de la elección y deben recibirse en la oficina de un auditor del condado a más tardar al mediodía del lunes siguiente a la elección.
La tabulación de las papeletas provisionales en las postulaciones reñidas también podría retrasar el veredicto del Congreso. La ley federal exige a los estados que las proporcionen a cualquier persona que tenga un problema en las urnas, incluidos los votantes que no tengan el documento de identificación requerido o aquellos cuyos nombres no figuran en las listas de inscripción de los centros de votación.
Los funcionarios electorales revisan las papeletas provisionales y permiten a los votantes aclarar su elegibilidad después del Día de Elecciones, y eso puede ser un proceso que lleva mucho tiempo.
Si hay postulaciones muy reñidas que no se han definido en la noche de las elecciones, McDonald dijo que su investigación sugiere que las boletas provisionales tienden a inclinarse contundentemente hacia los demócratas. Esto se debe a que los votantes más jóvenes, que suelen mudarse más a menudo y tienen tendencia hacia los demócratas, son algunos de los mayores usuarios de las boletas provisionales.
Cuatro estados -Arizona, California, Nueva York y Ohio, todos los cuales tienen postulaciones competitivas- representaron las tres cuartas partes de las papeletas provisionales emitidas en las elecciones de 2016, según la Comisión de Asistencia Electoral. California por sí sola representó más de la mitad a nivel nacional.
Con tantas carreras reñidas al Senado, hay una pequeña posibilidad de que el control de la cámara no se determine hasta por lo menos el 27 de noviembre, fecha de una probable segunda vuelta electoral en Misisipi. La primera vuelta de las elecciones del 6 de noviembre incluye a tres candidatos de los principales partidos, dos republicanos y un demócrata. Todos se presentan en una sola papeleta, y es poco probable que alguno de ellos obtenga la mayoría necesaria para obtener la victoria sin una segunda vuelta.
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