El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, envió al Congreso su proyecto de presupuesto para 2019, el cual incluye más gastos en programas sociales e infraestructura, al tiempo que conserva el marco fiscal establecido por sus predecesores.
López Obrador, quien asumió el cargo el 1 de diciembre, propuso el sábado un superávit primario del 1 por ciento del producto interno bruto para el próximo año y su Administración espera que el superávit de este año sea de alrededor del 0,8 por ciento, dijo el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, a los diputados en la cámara baja. AMLO, como se conoce al presidente, ha prometido desde hace tiempo pagar por el aumento del gasto en pensiones, educación e infraestructura mediante una campaña de reducción de costes que muchos inversores sospechan que no es factible.
El líder de 65 años convulsionó los mercados incluso antes de asumir el cargo con la cancelación de un proyecto de aeropuerto en la Ciudad de México parcialmente construido, provocando el desplome del peso, acciones y bonos del país. Será importante hacer un seguimiento de los compromisos presupuestarios el próximo año, porque si se enfrenta a ingresos que no cumplen con sus objetivos, López Obrador podría dar prioridad al gasto social y planes de desarrollo en lugar de la responsabilidad fiscal, dijo Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs Group Inc.
Ramos opinó el sábado que los supuestos macroeconómicos subyacentes parecían razonables y que no veía nada poco realista a primera vista, aunque añadió que el presupuesto es solo un trozo de papel y que la verdadera pregunta era hasta qué punto había un compromiso con el objetivo.
Datos clave
- El presupuesto incluye un supuesto de crecimiento del 2 por ciento, inflación del 3,4 por ciento, tasa de cambio del peso a 20 por dólar, producción de petróleo de 1,847 millones de barriles por día y precio de exportación medio del crudo mexicano de US$55 por barril
- Los requerimientos de financiamiento del sector público, conocidos como RFSP, pronostican un déficit del 2,5 por ciento del PIB, lo que significa que la medida más amplia de la deuda en relación al PIB se mantendrá cerca del 45 por ciento
- Urzúa dijo que la reducción del impuesto a la renta y el impuesto al valor agregado en los estados fronterizos de Estados Unidos, una promesa de campaña y del período de transición de López Obrador, se introducirá mediante decreto, que el Gobierno estima que reducirá los ingresos en 40.000 millones de pesos (US$2.000 millones)
- Los congresistas tienen hasta el 31 de diciembre para aprobar el presupuesto.
C.P.
