La derrota del Gobierno argentino en las elecciones del domingo debilita el poder de negociación del ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Fondo Monetario Internacional sobre su deuda récord de US$45.000 millones, según uno de los antiguos representantes de la nación ante el fondo.
La coalición del presidente Alberto Fernández fue derrotada en las elecciones primarias del Congreso en la mayoría de las provincias argentinas, así como en la capital, lo que refleja el descontento por el aumento de la pobreza y la inflación del 50% antes de las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
“Lo peor que podríamos tener es un ministro de economía débil lidiando con un FMI que requiere fuertes compromisos del Gobierno”, dijo Héctor Torres, quien se desempeñó en el directorio ejecutivo del FMI representando a Argentina y otras naciones. “No me sorprendería que Guzmán se fuera; se ha mantenido en el cargo a pesar de las fuertes críticas de la coalición de Gobierno”.
Dentro del duelo por la derrota en las PASO, en el Gobierno dicen que Guzmán está firme en su cargo
Las conversaciones con el FMI se estancaron a principios de este año, pero se esperaba que cobraran impulso justo después de la votación de noviembre. Argentina debe pagar más de US$4.000 millones al FMI antes de fin de año, incluido un pago de US$1.900 millones el 22 de septiembre.
El Gobierno ha tenido la intención de utilizar las nuevas reservas del FMI para cubrir esos pagos, pero no está claro si esto cambió con los resultados de las primarias. Un portavoz del Ministerio de Economía declinó hacer comentarios. Argentina se comprometió con un grupo de naciones ricas conocido como el Club de París a alcanzar un acuerdo con el FMI antes de marzo de 2022.
Guzmán pretende negociar un acuerdo de 10 años con el FMI, conocido como servicio ampliado. Sin embargo, Fernández y Guzmán han discrepado con el Fondo sobre una política de recargo y la búsqueda de un período de amortización superior a 10 años. Y lo que es más importante, Fernández ha implementado un mosaico de políticas no convencionales en sus primeros dos años sin presentar un plan económico de gran alcance que es esencial para todos los acuerdos con el FMI.
JD CP