Tesla Inc. tiene bastantes dolores de cabeza en estos días, pero de todos modos apremia a sus competidores en el mercado de lujo de los Estados Unidos.
Así lo afirma la rival BMW AG, cuyos sedanes Serie 5 han sido desde hace mucho tiempo un objetivo para las ambiciones de la compañía fabricante de autos eléctricos. La compañía alemana, que en septiembre logró un aumento de 1,3 por ciento sobre la base de la fortaleza de su crossover X3, dijo que Tesla ha intensificado la competencia en un mercado que se ha contraído en los últimos tres o cuatro meses.
“Ahora Tesla incrementa sus volúmenes y presiona ese segmento del mercado”, dijo el martes en una entrevista Bernhard Kuhnt, máximo responsable de BMW Norteamérica. “En ese contexto, me complace mucho decir que crecimos”.
Mientras BMW daba a conocer el martes una versión renovada de su emblemático sedán Serie 3 en la feria del automóvil de París, Tesla dijo que había entregado 83.500 vehículos en el tercer trimestre, suficiente para sugerir que trepa en la escala del mercado estadounidense de autos de pasajeros.
BMW se prepara para la batalla con una línea expandida de crossovers y SUV, comprendido el X7, su primer SUV grande, cuyo lanzamiento está previsto para principios del año próximo. El próximo vehículo eléctrico a batería de BMW, el iX3, no estará listo hasta 2020. Para entonces, Daimler AG y las marcas Porsche y Audi de Volkswagen AG deberían tener una serie de “asesinos de Tesla” en el mercado, pero aún está por verse si las marcas tradicionales pueden vender vehículos eléctricos en cantidades significativas. Jaguar planea empezar a vender su I-Pace eléctrico a clientes estadounidenses el mes próximo.
Futuro eléctrico aparte, septiembre marcó otro mes de declinación para Lexus, de Toyota Motor Corp., y Mercedes-Benz, de Daimler, que ha mantenido la corona del lujo en EE.UU. en los últimos dos años. Las entregas de Mercedes cayeron 9,8 por ciento en tanto el C-Class, su sedán de mayor venta, se derrumbó 24 por ciento y también cayeron sus crossovers, con la sola excepción del GLC, que trepó 30 por ciento. Fue el cuarto mes consecutivo de declinaciones para Mercedes, que hasta fin de septiembre tenía una ventaja de apenas 319 unidades sobre su rival alemana BMW. Las ventas de Lexus cayeron 6,1 por ciento.
Las compañías fabricantes de autos premium han tenido que reconformar su oferta de productos para calmar a compradores enfervorizados con los SUV en EE.UU., todo ello al tiempo que debían mantener a raya a Tesla en el nivel inferior y a actores de nicho como Maserati, Ferrari y Aston Martin en el extremo más alto del espectro, dijo Maryann Keller, una consultora del sector en Stamford, Connecticut.
“Hay un grupo de nicho de productores de vehículos exóticos que no venden muchos autos en un plano individual pero que juntos están ahora en el extremo superior de la categoría de lujo”, dijo. “Es un mercado de autos de lujo muy diferente”.