En un mundo donde la demanda de iPhone está disminuyendo, Apple tiene un Plan B. A medida que los clientes esperan más tiempo entre las actualizaciones y el mercado de teléfonos inteligentes se satura, Apple puede volver a cobrar precios más altos por cada teléfono y obtener más dinero de servicios como streaming de música, videos digitales y almacenamiento de datos. Pero muchas de las compañías que proveen componentes para el iPhone no tienen un plan alternativo.
La última prueba de que lo que es malo para Apple puede ser terrible para los proveedores surgió en dos continentes con pocas horas de diferencia. Japan Display Inc., que obtiene más de la mitad de sus ingresos del fabricante del iPhone, redujo las previsiones. Luego Lumentum Holdings, uno de los principales fabricantes de sensores de reconocimiento facial para iPhone, rebajó su perspectiva para el segundo trimestre.
"Los proveedores dependen más del volumen que Apple", señaló Woo Jin Ho, analista de Bloomberg Intelligence. "Esto plantea un riesgo creciente para el resto de la cadena de suministro". Apple no respondió a una solicitud de comentarios. Las acciones de Apple cayeron un 5 por ciento el lunes, pero Lumentum se desplomó más del 30 por ciento y su rival II-VI Inc. perdió un 13 por ciento. Japan Display cayó un 9,5 por ciento, mientras que Hon Hai Precision Industry Co., el principal ensamblador de iPhone, retrocedió al menor nivel en cinco años.
En Europa, Dialog Semiconductor Plc, que obtiene la mayor parte de sus ventas de Apple, cayó un 3,6 por ciento en las primeras operaciones en Fráncfort. Ams AG de Austria, otro proveedor, perdía un 3,2 por ciento tras caer un 22 por ciento el lunes. Ante un mercado de teléfonos inteligentes maduro, la estrategia de Apple es atraer a los clientes a pagar más por los teléfonos con nuevas características como reconocimiento facial y pantallas más brillantes.
Los componentes de detección 3D de empresas como Lumentum se encuentra en iPhones que a menudo cuestan más de US$1.000. Pocas personas puede permitirse pagar tanto por un nuevo dispositivo. Pero cuando ocurre una venta, los proveedores obtienen un pago único por sus componentes, mientras que Apple puede generar cientos de dólares extra por dispositivo. En su trimestre más reciente, Apple casi no reportó aumentos en el número de iPhones vendidos, pero los ingresos de ese negocio crecieron un 29 por ciento respecto al mismo período del año anterior.
Si la demanda de iPhones más nuevos y más caros disminuye, Apple puede reducir los pedidos de componentes, o retrasar los envíos, dejando a los proveedores con más inventario. Eso los hace más propensos a reducir los precios cuando Apple vuelve a la mesa de negociaciones.
La proyección de ventas más débil de Lumentum fue el resultado de una reducción de los envíos de su mayor cliente hace solo unos pocos días, dijo el máximo ejecutivo, Alan Lowe, en una conferencia en San Francisco el lunes. Lumentum no identificó al cliente y un portavoz de la compañía declinó hacer comentarios, pero Apple es su mayor cliente, según datos compilados por Bloomberg.
Apple está promocionando cada vez más su base de 1.300 millones de dispositivos instalados, en lugar de cuántos iPhone vende cada trimestre. Y la compañía estuvo haciendo cambios para mantener a esos clientes existentes felices mientras les vende más servicios. "Apple ya no es un negocio de hardware tradicional", comentó Gene Munster, veterano analista de Apple en Loup Ventures. "El paradigma de inversión de Apple se está alejando de un enfoque en las ventas de dispositivos hacia un negocio más predecible impulsado por servicios".
Este año, Apple tomó medidas para alargar el tiempo que se pueden usar los iPhone. Eso probablemente desalentará a las personas a cambiar sus dispositivos por uno más nuevo -- otro signo siniestro para los proveedores. A principios de año, la empresa confirmó que había acelerado intencionalmente las velocidades de algunos teléfonos antiguos para evitar problemas relacionados con la batería. Después de reclamos, la empresa ofreció actualizaciones baratas de batería, extendiendo la vida de muchos teléfonos.
Más recientemente, Apple lanzó una nueva versión de su sistema operativo, iOS 12, que es compatible con un número sin precedentes de 28 dispositivos de la empresa, incluidos modelos que salieron a la venta en 2013. Actualizaciones anteriores de iOS eran compatibles con dispositivos de varios años atrás, pero esta es la primera vez que Apple ha priorizado mejorar la velocidad de iPhones más viejos. El software actualizado puede abrir la cámara en iPhones antiguos hasta un 70 por ciento más rápido y el teclado en un 50 por ciento más rápido, en comparación con iOS 11, la actualización del año pasado.
“Los productos de mayor duración podrían llevar a una mayor satisfacción de los clientes, lo que podría permitir a Apple cobrar precios más altos por sus dispositivos y ayudaría a cumplir los objetivos ambientales de la compañía", escribió Toni Sacconaghi, analista de Sanford C. Bernstein & Co. Eso podría extender los ciclos de reemplazo del iPhone en seis meses a 3,2 años y reducir las ventas de unidades un 6 por ciento al año por tres años, estimó.