Cerca del mediodía del martes en Londres, el Reino Unido conocerá la identidad de su nuevo líder, mientras el Partido Conservador en el poder anuncia los resultados de su contienda interna. El exsecretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, el rostro del brexit, es el gran favorito para ganar. Su oponente es el actual secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt.
El ganador asumirá el cargo de Theresa May el miércoles por la tarde. El mayor desafío al que se enfrentará —el problema que afectó a May y dominó la contienda por el liderazgo durante una semana— es retirar al Reino Unido de la Unión Europea. Johnson se comprometió a hacerlo antes del 31 de octubre, con o sin un acuerdo.
Pero el lunes vio un recordatorio de que un primer ministro británico nunca tiene solo un problema a la vez. Cabe mencionar la creciente crisis con Irán y el dilema de cómo asegurar la infraestructura de comunicaciones. Luego surgieron cuestiones relacionadas con la gestión del partido y el tema de si el líder conservador tiene derecho a ser primer ministro, ya que la mayoría del partido se contrajo tras la suspensión de uno de sus miembros del Parlamento por cargos de delitos sexuales.
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"Piratería estatal"
Lo más apremiante es Irán. Hunt, en su papel de secretario de Relaciones Exteriores, presentó el lunes un plan europeo para armar una misión naval con el fin de proporcionar un paso seguro para las embarcaciones a través del Golfo Pérsico. Esto ocurrió después de que Irán incautara un petrolero británico, el Stena Impero, en dicha región la semana pasada, un acto que Hunt describió como "piratería estatal".
Gestionar esa crisis significará tratar no solo con los líderes de la UE, sino también con el presidente de EE.UU., Donald Trump. En la actualidad, el Reino Unido intenta mantener sus propios esfuerzos por separado de los de EE.UU. A diferencia de los estadounidenses, los británicos siguen apoyando el acuerdo nuclear iraní que ayudaron a negociar.
En telecomunicaciones, una decisión sobre si usar equipos de Huawei está retrasada y fue pospuesta el lunes por la noche. Para aplicar la decisión se corre el riesgo de perturbar a la administración de Trump, que impuso una prohibición a la compañía. Pero no se podría retrasar el despliegue de la banda ancha móvil 5G en el Reino Unido hasta dos años, pues afectaría a la economía. El tema fue tan polémico dentro del gobierno de May que una fuga al respecto la llevó a despedir al secretario de Defensa, Gavin Williamson, en mayo.
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"Nube oscura"
Con Johnson asumido como ganador de la contienda, el lunes comenzó con la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones para Europa y las Américas, Alan Duncan, un crítico abierto de su exjefe. “Es trágico que justo cuando pudimos haber sido la fuerza intelectual y política dominante en toda Europa y más allá, tuvimos que pasar todos los días trabajando bajo la nube oscura del brexit", dijo en su carta de renuncia.
Duncan se unirá a otros exministros, incluido el ministro de Hacienda, Philip Hammond, el secretario de Justicia, David Gauke, y tal vez incluso la misma May, que tienen poco afecto por Johnson y se comprometieron a trabajar para impedir que el Reino Unido salga de la UE sin un acuerdo.
