Economistas de Brasil redujeron sus proyecciones de inflación luego de conocerse una lectura de precios al consumidor mucho más baja de lo esperado que corroboró la percepción de que un alza en el precio de la carne ya está terminando.
Analistas encuestados por el banco central recortaron las estimaciones de inflación de este año a 3,25%, inferior a la estimación previa de 3,4% y muy por debajo del objetivo de 4%. Los cinco principales pronosticadores de corto plazo de la encuesta también redujeron sus estimaciones de los precios al consumidor para 2021 de 3,7% a 3,5%, que también está por debajo del objetivo del próximo año de 3,75%.
El banco central de Brasil redujo la semana pasada su tasa de interés de referencia por quinta ocasión consecutiva y sostuvo que interrumpirá el ciclo de flexibilización para evaluar su efecto en la economía. En una declaración adjunta, los encargados de política monetaria escribieron que estaban dando más importancia a las previsiones de inflación para 2021. Dos días después, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) informó que los precios al consumidor de enero subieron menos que todas las estimaciones en una encuesta de Bloomberg.
Se mantiene la posibilidad de posibles dificultades para reducir la inflación. El real brasileño ha sido la segunda moneda que más se ha depreciado entre las divisas de mercados emergentes en lo que va del año. Una moneda depreciada puede estimular la presión inflacionaria al hacer que las importaciones sean más caras.