El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, lanzó un ataque contra el metano el martes al declarar que reducir las emisiones del gas que atrapa el calor es uno de los pasos más importantes que se pueden tomar para frenar el calentamiento global.
“Esto no es solo algo que tenemos que hacer para proteger el medio ambiente o nuestro futuro”, dijo Biden desde Glasgow, Escocia, donde se celebra la cumbre sobre cambio climático de las Naciones Unidas COP26. Biden lo calificó como una enorme oportunidad para que “todas nuestras naciones creen empleos y hagan del cumplimiento de los objetivos climáticos una parte fundamental de nuestra recuperación económica mundial”.
Las medidas que se anunciarán el martes buscan desplegar al menos cinco agencias a nivel de gabinete. Por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) lanzó una propuesta ampliamente esperada sobre el endurecimiento de los requisitos para detener las fugas en pozos de petróleo y gas. El Departamento de Agricultura anunció un programa que alienta a los agricultores a sacar provecho y vender el metano. Los reguladores de gasoductos ampliarán su supervisión de las líneas de gas natural.
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También anunció que casi 100 naciones han suscrito un acuerdo conjunto entre los Estados Unidos y la Unión Europea de comprometerse a reducir colectivamente las emisiones globales de metano a un 30% por debajo de los niveles de 2020 para 2030. Brasil, una de las principales fuentes de emisiones de metano, dijo el lunes que se uniría al pacto.
“Se trata de algo más que alcanzar objetivos”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Hay claros beneficios de reducir las emisiones de metano, sí para el planeta, pero también para las personas”.
El metano, el componente principal del gas natural, tiene más de 80 veces el poder de calentamiento de la atmósfera del dióxido de carbono durante las dos primeras décadas después de su liberación. Debido a que tiene un impacto tan poderoso a corto plazo, las reducciones pueden producir resultados casi inmediatos, a diferencia del marco de tiempo más largo requerido para el impacto de los recortes de dióxido de carbono.
La campaña de Biden ya está provocando la decepción de algunos ambientalistas que querían que la Administración fuera más allá para evitar fugas en la industria del petróleo. La regulación propuesta por la EPA, por ejemplo, aún permitiría la quema de gas natural no deseado de pozos petroleros. Y los requisitos de inspección propuestos podrían traducirse en verificaciones menos frecuentes para operaciones más pequeñas.
Otra iniciativa de la EPA que se implementará el martes buscará a través de acciones voluntarias capturar el 70% del metano de los vertederos en todo el país, dijo un alto funcionario de la Administración, que habló de forma anónima antes de que los anuncios fueran públicos.
La Administración de Seguridad de Tuberías y Materiales Peligrosos está ampliando formalmente la supervisión del Gobierno federal a todos los oleoductos de recolección de gas en tierra. La medida aplicará por primera vez las regulaciones federales de seguridad de tuberías a alrededor de 684.000 kilómetros de ductos, donde las rupturas pueden tener consecuencias letales y arrojar metano a la atmósfera.