BLOOMBERG

Respuesta de China a coronavirus no es modelo a seguir: Eli Lake

Si hemos de creer en las autoridades de la salud de China (un enorme "si"), entonces las políticas gubernamentales de cuarentenas masivas han funcionado. De acuerdo con el Ministerio de Salud del país, solo se reportaron 40 casos nuevos el lunes, una disminución increíble teniendo en cuenta que había 2.000 casos nuevos por día en China apenas el mes pasado.

Bloomberg Default
Bloomberg Default | Bloomberg

Si hemos de creer en las autoridades de la salud de China (un enorme "si"), entonces las políticas gubernamentales de cuarentenas masivas han funcionado. De acuerdo con el Ministerio de Salud del país, solo se reportaron 40 casos nuevos el lunes, una disminución increíble teniendo en cuenta que había 2.000 casos nuevos por día en China apenas el mes pasado.

Todo esto ha llevado a que observadores de Occidente se pregunten si el autoritario modelo funciona cuando un país se enfrenta a una pandemia. Chuck Todd capturó esta perspectiva en el programa "Meet the Press" el domingo. "Qué tan incómodo es pensar que tal vez las medidas autoritarias de China sí previnieron esto?, preguntó. "Me refiero a que, tal vez, si China hubiera sido una sociedad libre y abierta, ¿esto se habría propagado más rápido?".

Es casi una pregunta justa. Estados Unidos, que es una sociedad libre y abierta, no tiene suficientes kits de prueba para analizar a socorristas, mucho menos a la población en general. Entretanto, el presidente Donald Trump minimiza los peligros del coronavirus en sus tuits. En el condado de Sacramento, California, funcionarios suspendieron una cuarentena de 14 días porque su sistema de salud no podría abarcar la cantidad de casos.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

No es de extrañar que el partido comunista chino esté alardeando. El martes, el presidente, Xi Jinping, visitó Wuhan por primera vez desde el brote.

Pero es un error tomar la propaganda china al pie de la letra. Dos cosas pueden ser ciertas al mismo tiempo: la propagación del virus se ha ralentizado porque el régimen ha tomado medidas draconianas para aislar a millones de personas y también que el secreto y la represión del gobierno chino son una de las principales causas de la propagación inicial del coronavirus.

El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, hizo este comentario cortésmente en el programa "Meet the Press" cuando se le preguntó sobre la eficacia del autoritarismo chino. "Decían a fines de diciembre que todo ese grupo de 24 casos estaba relacionado con el contacto con un reservorio animal", dijo. "Ese no fue el caso, porque ya había un contagio de humano a humano unas semanas antes". Fauci le dio al régimen chino el beneficio de la duda, indicando que quizás las autoridades de la salud no sabían esto.

Entretanto, en las primeras semanas del brote, las autoridades chinas se esforzaron por castigar a los médicos y profesionales de la salud que desataron la alarma. Dos enfermeras que escribieron una carta a la revista médica británica The Lancet, donde detallaban la falta de equipo y las terribles condiciones en una sala de aislamiento de Wuhan, se vieron obligadas a retirar su carta poco después de su publicación. El laboratorio con sede en Shanghái que publicó el primer genoma del coronavirus en enero fue cerrado al día siguiente por lo que las autoridades calificaron de "rectificación".

Luego, está el médico chino que fue el primero en advertir sobre el virus antes de que fuera identificado en diciembre. En lugar de amplificar su advertencia, la policía china lo obligó a firmar una confesión de que estaba difundiendo rumores falsos. Murió del coronavirus en febrero.

La represión estatal no se limita a médicos y enfermeras. El régimen también se ha dirigido a periodistas independientes. Li Zehua, un antiguo presentador de la televisión central de China que renunció a su puesto para actualizar en vivo sobre el coronavirus de Wuhan, se quedó en silencio el mes pasado cuando al parecer las autoridades chinas lo detuvieron. El mes pasado, los censores chinos borraron del Internet de su país una historia de un medio de noticias independiente que alegaba que los laboratorios chinos habían identificado el coronavirus en diciembre, pero que se les había ordenado detener las pruebas y destruir las muestras.

Hoy el régimen chino cuenta una historia muy diferente. Ahora impone el tipo de restricciones de viaje que eran objeto de burlas hace un mes (por exageradas). Reconoce el peligro del coronavirus que surgió por primera vez en Wuhan el año pasado.

Es una especie de lado positivo. Pero el resto del mundo no debe olvidar la reacción inicial de China y lo que esto dice sobre el régimen: al enfrentarse a un brote de un virus nuevo y mortal, las autoridades optaron por suprimir la información y castigar a quienes lo descubrieron.