Rusia dijo a diplomáticos que está lista para recibir monitores internacionales en la planta de energía nuclear Zaporizhzhia de Ucrania, cuya seguridad está en duda después de haber sido atacada la semana pasada. Los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica han dicho que hay un “riesgo muy real de un desastre nuclear” en la planta de energía atómica más grande de Europa en medio de los combates en la zona. El sitio de Zaporizhzhia, con seis reactores por valor de decenas de miles de millones de dólares, ha sido ocupado por las fuerzas rusas desde marzo.
El enviado del Kremlin ante el OIEA invitó a una misión internacional a Zaporizhzhia para realizar “actividades en el marco de la implementación de salvaguardias, así como para monitorear el estado de la seguridad nuclear”, según una nota distribuida entre diplomáticos en Viena.
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La medida rusa es solo uno de una serie de pasos necesarios para que la OIEA envíe inspectores. Hablando en las Naciones Unidas la semana pasada, el director general de la OIEA, Rafael Mariano Grossi, dijo que necesita permiso del Gobierno de Ucrania, así como garantías de seguridad y un paso seguro a través de la zona de guerra.
“Ir allí es algo muy complejo porque requiere la cooperación y la comprensión de varios actores”, dijo Grossi. “Es una instalación ucraniana, por lo que requiere que Ucrania esté de acuerdo. Al mismo tiempo, la planta está ocupada por Rusia y tengo que hablar con todos”.
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La empresa de energía nuclear de Ucrania, Energoatom, pareció respaldar la sugerencia de una misión internacional a Zaporizhzhia el lunes. “Hacemos un llamado a nuestros socios para que creen una zona desmilitarizada en la estación”, dijo el presidente de Energoatom, Petro Kotin, en una entrevista transmitida. “Debería haber una misión de fuerzas de paz y expertos del OIEA y otras organizaciones”.
Ucrania cree que hay unos 500 soldados rusos en el sitio de Zaporizhzhia y sus alrededores, que continúa siendo operado por técnicos ucranianos. El bombardeo dañó los cables de una central eléctrica de carbón cercana, que proporciona electricidad para refrigeración y circulación en el sitio nuclear, según reguladores.
Sin flujos de electricidad constantes para moderar la fisión atómica, los reactores nucleares corren el riesgo de fundirse. El desastre de Chernóbil en Ucrania en 1986 extendió la radiación sobre una amplia franja de Europa. Las consecuencias del colapso de Fukushima en Japón en 2011 continúan, las plantas aún se están enfriando y el Gobierno de Tokio está haciendo planes para bombear material irradiado al mar.
MAR / ff