Rusia y Turquía señalaron que "se necesitan medidas decisivas para garantizar la seguridad" en la ciudad siria de Idlib, donde los militantes vinculados a Al Qaeda han tomado el control.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y su par turco, Hulusi Akar, acordaron en las conversaciones en Ankara el lunes continuar la coordinación de sus militares y servicios de inteligencia "para establecer la paz y mantener la estabilidad" en la ciudad y provincia de Idlib. También hablaron sobre un área de Siria controlada por los kurdos que las fuerzas estadounidenses están abandonando, consigna un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
Las conversaciones tuvieron lugar en momentos en que el presidente ruso, Vladimir Putin, se prepara para celebrar conversaciones sobre Siria con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, y el líder iraní, Hassan Rouhani, en el resort Black Sea de Sochi el jueves. Rusia y Turquía llegaron a un acuerdo para evitar una ofensiva del Gobierno sirio contra Idlib en septiembre, pero eso se deterioró después de que los militantes tomaron el control en el lugar el mes pasado de manos de los rebeldes respaldados por Turquía.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ha señalado que Ankara podría estar de acuerdo con una ofensiva siria respaldada por Rusia para volver a tomar Idlib. Eso representaría un revés para Turquía, ya que fortalecería al presidente sirio, Bashar al-Assad, que está tratando de explotar la retirada planificada de las tropas estadounidenses a fin de recuperar provincias del noreste que tienen grandes reservas de petróleo y que se encuentran en manos de los kurdos.
Ankara considera que los combatientes kurdos son terroristas y ha estado presionando para establecer una zona de amortiguamiento en la frontera entre Siria y Turquía, un plan que Estados Unidos apoya pero que probablemente también requiera el apoyo de Rusia para su cumplimiento.