Un asesor de la monarquía saudí y un alto oficial de inteligencia desempeñaron un papel clave en la misión que finalmente condujo al asesinato del periodista crítico del gobierno Jamal Khashoggi, y las autoridades pedirán la pena de muerte para cinco personas que confesaron el asesinato. Once de los 21 sospechosos en el caso fueron imputados por el asesinato de Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul el 2 de octubre, señaló Shaalan Shaalan, vice fiscal general, en una conferencia de prensa.
El príncipe heredero, Mohammed bin Salman, quien dirige los asuntos cotidianos del principal exportador de petróleo del mundo, no tenía conocimiento de la misión, agregó. El asesinato de Khashoggi, hombre de confianza de la familia real que se convirtió en crítico, provocó la indignación mundial y empañó la reputación del joven príncipe de 33 años, cuyos esfuerzos por convertirse en un reformador más audaz y un aliado de confianza de Estados Unidos a menudo se han visto dañados por sus políticas en el extranjero.
Arabia Saudita mantuvo su versión anterior de que el columnista del "Washington Post" fue asesinado después de que una misión para secuestrarlo saliera mal. El subjefe de inteligencia ordenó que Khashoggi fuera llevado de regreso al reino, dijo Shaalan. El equipo lo mató después de que las conversaciones fracasaran y su cuerpo fue entregado a un colaborador en Turquía, agregó.
Cuando se le preguntó si Saud al-Qahtanti, un asesor del príncipe Mohammed, tuvo algún papel en el caso, Shaalan dijo que un asesor real tuvo un rol de coordinación y había proporcionado información. El ex asesor ahora está bajo investigación, señaló el fiscal, negándose a revelar los nombres de los acusados. La fiscalía "exige la pena de muerte para aquellos que ordenaron y ejecutaron el asesinato y que son cinco personas", dijo en la conferencia en Riad.
Arabia Saudita le pidió a Turquía que le proporcione los resultados de su investigación y las grabaciones del asesinato, y planea firmar un "mecanismo especial" para garantizar que esto suceda, dijo. "La fiscalía todavía está esperando que Turquía entregue lo que se le pidió ", dijo. Turquía entregó una grabación de audio del asesinato a EE.UU., Francia, Canadá, Alemania y el Reino Unido, pero no llegó a culpar al príncipe Mohammed. Exigió el miércoles una investigación internacional sobre el caso, y el presidente Recep Tayyip Erdogan dijo que aquellos que ordenaron el asesinato deberían ser identificados y llevados ante la justicia.