El Tesoro de Estados Unidos mantuvo sin variación su subasta trimestral de deuda a largo plazo, planificada para la próxima semana, en un monto récord para ayudar a financiar la continua ola de gastos de estímulo del Gobierno, aunque sentó las bases para futuras reducciones.
El miércoles en un comunicado, el Tesoro no informó cambios importantes en su estrategia para emitir notas y bonos durante el próximo trimestre, y dijo que la próxima semana venderá US$126.000 millones en instrumentos a largo plazo en subastas. El departamento dijo que las ventas de instrumentos protegidos contra la inflación aumentarán aún más, en medio de una “sólida demanda”.
“La continuidad de los tamaños y patrones de las emisiones actuales puede proporcionar más capacidad de endeudamiento de la necesaria para abordar las necesidades de endeudamiento a mediano y largo plazo”, dijo también el Tesoro. El departamento señaló que esperaba anunciar reducciones en el tamaño de la subasta a partir de noviembre.
Las necesidades de endeudamiento disminuirán a medida que se reduzca el gasto de ayuda del Gobierno relacionado con el covid y los legisladores trabajen para aumentar los ingresos para pagar planes de gastos de varios años para infraestructura y programas sociales.
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El Tesoro también reiteró el miércoles la advertencia reciente de su secretaria, Janet Yellen, de que el departamento enfrenta una “considerable incertidumbre” sobre cuánto tiempo puede prevenir un default de pagos, a través de medidas contables especiales, después de que el techo de la deuda federal fuera restablecido el domingo. Dijo que no podía proporcionar una “estimación específica de cuánto durarán las medidas extraordinarias”.
Si el Congreso no aumenta o suspende el límite de deuda de inmediato, existe el riesgo de interrupciones en el mercado de notas del Tesoro, dijo el miércoles un funcionario del Tesoro a los periodistas.
Los bonos del Tesoro se mantuvieron a la baja después del anuncio en Nueva York.
Los estrategas de Wall Street han anticipado reducciones a los tamaños de las subastas, aunque divergen en el momento en que se realizarían. Entre los 24 operadores principales de instrumentos del Gobierno de EE.UU., solo tres esperaban subastas más pequeñas durante el trimestre de agosto a octubre, y muchos más proyectaban un anuncio en noviembre.
Si el Tesoro procede con una reducción en el período de noviembre a enero, sería la primera en más de cinco años. La emisión había ido aumentando durante años, debido al aumento del déficit presupuestario federal a raíz de los recortes de impuestos del expresidente Donald Trump y, posteriormente, del gasto de emergencia provocado por la pandemia.
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El Comité Asesor de Préstamos del Tesoro, integrado por los principales operadores e inversionistas, aconsejaron que el Tesoro comience a recortar sus refinanciamientos trimestrales a partir de noviembre y que proceda con “reducciones modestamente mayores” en las ventas de instrumentos a siete y 20 años. El grupo, conocido como TBAC, también aprobó seguir adelante con un bono de tasa flotante vinculada a SOFR.
Mientras tanto, el Tesoro actualmente está lidiando con maniobras para evitar alcanzar el límite de deuda federal, luego de que el domingo finalizara una suspensión de dos años. Tanto los economistas como los estrategas anticipan que el Congreso actuará para aumentar o suspender el límite nuevamente antes de que el Tesoro se quede sin margen para evitar un default de pagos en el otoño.
Los legisladores aún no han formulado un plan concreto para evitar el default, el que la Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió que podría ocurrir en octubre o noviembre una vez que el Tesoro agote las medidas especiales y su efectivo.
El Tesoro dijo el lunes que el Gobierno tomará prestado casi US$1,4 billones en la segunda mitad del año fiscal, suponiendo que los legisladores aumenten o suspendan el límite de deuda recientemente restablecido. El departamento espera emitir US$673.000 millones en deuda neta negociable de julio a septiembre, US$148.000 millones menos de lo estimado en mayo. El departamento prevé un saldo en efectivo a fines de septiembre de US$750.000 millones, sin cambios con respecto a su pronóstico de hace tres meses.
