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SIN CONTROL

Los traficantes de animales usan Facebook para encontrar compradores

El maletín negro de Ali Ahamed estaba repleto de tortugas. A solo unos metros de distancia, en el piso de la habitación del hotel, aproximadamente 20 tortugas más grandes.

Facebook's Bold Move Spurs D.C. to Confront Its Crypto Dithering
Facebook's Bold Move Spurs D.C. to Confront Its Crypto Dithering | AFP/Getty Images

El maletín negro de Ali Ahamed estaba repleto de tortugas. A solo unos metros de distancia, en el piso de la habitación del hotel, aproximadamente 20 tortugas más grandes con caparazones de color marrón oscuro fueron sacadas de maletas negras y puestas de espaldas para evitar que se metieran debajo del sofá.

Ahamed había llegado unos días antes desde India a Kuala Lumpur, capital de Malasia y destino frecuente para traficantes de animales, para reunirse con su comprador, quien descubrió el negocio meses antes a través de Facebook. Acordaron la venta en Facebook Messenger.

Las 55 tortugas en sus maletas incluían la especie de corona roja, conocida por su cuello de colores brillantes, y la de manchas negras con pequeños puntos amarillos en sus caparazón. Ambas están en peligro de extinción y se han convertido en mascotas populares en China continental y Hong Kong.

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Ahamed sonrió mientras mostraba el botín a un hombre de pantalones cortos y camiseta gris, según un video del encuentro publicado en internet. Una tortuga de corona roja puede valer más de US$1.500 en el mercado negro. Para el comprador, un investigador encubierto que colaboró con las autoridades locales y la Wildlife Justice Commission, era una oportunidad para rescatar a docenas de tortugas de agua dulce y poner a un traficante importante de vida silvestre tras las rejas. Luego de inspeccionar los animales, el comprador salió de la habitación del hotel y regresó con la policía, que irrumpió y arrestó a Ahamed.

La operación encubierta fue posible gracias a Facebook. Los investigadores usaron la red social para descubrir, rastrear y comunicarse con Ahamed, quien finalmente fue condenado a dos años de cárcel. Sin embargo, Facebook también ayudó a crear el problema: su alcance masivo la convierte en una herramienta atractiva para los traficantes de animales y al mismo tiempo dificulta que la compañía pueda monitorearlos y bloquearlos.

Facebook, que no participó en la operación de las tortugas, elimina publicaciones cuando recibe reportes, pero hasta hace no hacía mucho para cazarlos activamente y frenar el delito por su cuenta. Ello permite que persistan las ventas ilegales de vida silvestre en Facebook e Instagram, según conversaciones con cerca de una docena de investigadores y académicos.

Las redes sociales y los mercados en línea han sido durante mucho tiempo polos de actividad ilegal como el tráfico de animales exóticos. Los contrabandistas usan las plataformas como carteles publicitarios digitales, comparten fotos y videos de sus mercancías para que usuarios de todo el mundo las vean.

En Facebook e Instagram es común que los traficantes publiquen sus números de WhatsApp o WeChat, una señal para que los posibles compradores se conecten de manera más privada. Desde orangutanes y cachorros de guepardo hasta opiáceos y antigüedades de Medio Oriente, si algo se puede vender ilegalmente, afirman los investigadores, es probable que se venda en Facebook o Instagram.

"Si hubiera tiranosaurios rex vivos los estarían vendiendo", acusó Patricia Tricorache, directora asistente del Cheetah Conservation Fund. Ahora, mientras Facebook se embarca en un cambio hacia interacciones más personales y actividades en grupos privados, el problema puede empeorar. Los defensores de los animales buscan que la red social tome medidas enérgicas contra el mercado negro antes de que vuelva aún más difícil encontrarlos.

Los datos precisos sobre este delito son escasos dado el secretismo del negocio y los grupos privados de Facebook hacen aún más difícil poder cuantificar. Operation Dragon, una iniciativa de dos años del WJC destacada por National Geographic en 2018 y que incluyó la operación encubierta en Malasia, encontró más de 20.000 tortugas a la venta, por un valor superior a US$3,2 millones. "Se observó que en las plataformas de redes sociales como Facebook había publicada una cantidad significativa de tráfico abierto y agresivo", se lee en el informe de WJC, una fundación internacional.

Facebook endureció una norma anterior contra la venta de animales en peligro de extinción y prohibió en mayo vender directamente entre usuarios de cualquier animal. La versión previa era tan difícil de hacer cumplir que la empresa la desechó, admitió Max Slackman, gerente de políticas de Facebook. "En la escala que operamos, es simplemente imposible capacitar a nuestros equipos para que identifiquen cada animal en peligro", reconoció.

Sin embargo, la compañía no busca activamente publicaciones que promuevan la venta de animales en Facebook o Instagram. Usa aprendizaje automático para detectar contenidos que incluyan crueldad o imágenes gráficas, lo que puede llevar a la eliminación de algunas publicaciones sobre tráfico, explicó Slackman. La mayoría de los contenidos que Facebook ha borrado fueron advertidos por usuarios, investigadores u organizaciones de defensa.

Aún así, Facebook asegura que está mejorando a la hora de encontrar y eliminar otros tipos de actividades ilegales. En un reciente informe sobre contenidos, Facebook comunicó que eliminó más de 1,5 millones de mensajes que promocionaban la venta de drogas o armas de fuego en los primeros tres meses del año.

Fue la primera vez que Facebook compartió una métrica que enfatiza la eliminación de "bienes regulados" y ejecutivos agregan que quieren informar sobre otros tipos similares en el futuro. "La esperanza es que tengamos información sólida sobre [el tráfico de animales] y otras ventas de bienes regulados", cerró Slackman.