Mientras Jair Bolsonaro, quien lidera las encuestas presidenciales en Brasil, se recuperaba el viernes en el hospital tras ser gravemente apuñalado, la primera lectura del incidente era que lo ayudará a reforzar su campaña y ampliar la ventaja en la que ha sido una carrera totalmente abierta.
Aunque nadie estaba listo aún para declarar a Bolsonaro, un exmilitar con visiones sociales polarizadas, el ganador de las elecciones de octubre, casi todos los analistas consultados por Bloomberg News consideran que el hecho es positivo para su campaña. "Esto impulsará la base de Bolsonaro", dijo Edwin Gutiérrez, jefe de deuda de mercados emergentes de Aberdeen Asset Management.
La primera lectura del incidente era que lo ayudará a reforzar su campaña y ampliar la ventaja.
Los mercados locales estaban cerrados el viernes por un feriado nacional, pero en las negociaciones en el exterior, el fondo cotizado en bolsa iShares MSCI Brazil subía un 2,4 por ciento, extendiendo un alza de las acciones y bonos que surgió en los últimos minutos de negociación del jueves. Ante el temor de que el Partido de los Trabajadores vuelva al poder y socave la tibia recuperación del país, en los últimos meses los inversionistas se han aferrado a Bolsonaro, quien en general propugna un enfoque de libre mercado de la economía.
"Ya sea que te guste Bolsonaro o no, es una víctima", escribieron el viernes analistas de la corredora brasileña XP Investimentos en una nota a los clientes. "El juego ahora será reconfigurado".
"Ya sea que te guste Bolsonaro o no, es una víctima"
Bolsonaro fue trasladado el viernes al hospital Albert Einstein en Sao Paulo ya que su condición médica es estable, señaló esta mañana su hijo Flavio Bolsonaro en su cuenta de Twitter. Fue sometido a una cirugía de dos horas para tratar las heridas en su intestino y contener la grave hemorragia interna la noche anterior, dijeron los médicos en una conferencia de prensa.
En un video grabado en el hospital por el senador Magno Malta, Bolsonaro dijo que "nunca le hizo daño a nadie" y agregó que estaba preparado para un momento como este.
"Si hubiera estado más lejos del hospital o en una ciudad que no estuviera preparada, probablemente habría muerto", dijo por teléfono su hijo Eduardo, quien también es legislador. "Estará fuera de combate, sin hacer campaña en las calles, durante al menos dos semanas".
"Si hubiera estado más lejos del hospital o en una ciudad que no estuviera preparada, probablemente habría muerto",
Imágenes de video del ataque captadas por aficionados muestran cuando Bolsonaro fue apuñalado en el estómago más temprano en el día, mientras partidarios lo llevaban por las calles de Juiz de Fora, una ciudad en el sudeste del estado de Minas Gerais. Bolsonaro, de 63 años, se agarró inmediatamente el abdomen e hizo un gesto de dolor.
Tensa campaña
El presunto atacante se encuentra detenido y fue identificado como Adelio Bispo de Oliveira, de 40 años, quien afirmó haber sido enviado por Dios a matar al candidato, según un portavoz de la policía. Oliveira fue miembro del Partido Socialismo y Libertad entre 2007 y 2014, informó la revista brasileña Veja.
El incidente ocurre en medio de un período tumultuoso en la historia de Brasil que ha visto como una investigación de corrupción ha sacudido a la clase política y exacerbado a los ciudadanos brasileños que aún sufren las consecuencias de una devastadora recesión de dos años.
Bolsonaro se ha ganado un lugar con su rechazo de la corrección política y voluntad de buscar la controversia, y en ese sentido a menudo se le compara con Donald Trump. Sus declaraciones sobre las mujeres, las minorías y las personas LGBT han alejado a algunos brasileños, pero han atraído a muchos otros que apoyan sus políticas de libre mercado y su postura de línea dura en materia de ley orden.
La tensión política se agravó con el encarcelamiento del expresidente y aún popular Luiz Inácio Lula da Silva, quien la semana pasada fue inhabilitado de participar en las elecciones de este año, las más impredecibles desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985, con un abanico de candidatos altamente fragmentado.
Bolsonaro tiene el 22 por ciento de las intenciones de voto en la primera vuelta, al menos 10 puntos porcentuales por delante de sus rivales más cercanos, según una encuesta de Ibope publicada esta semana.La exministra de Medioambiente Marina Silva y el candidato izquierdista Ciro Gomes tienen un 12 por ciento cada uno. Fernando Haddad, el probable sustituto de Lula, tiene un 6 por ciento. Brasil celebrará elecciones generales el próximo mes.
A pesar de la ventaja de Bolsonaro, el apoyo se ha estancado en las últimas semanas y las encuestas muestran que perdería en una segunda vuelta ante la mayoría de sus rivales. Sin embargo, los analistas dijeron que el ataque del jueves podría dar un nuevo impulso a su candidatura.
"Este incidente aumenta las posibilidades de elección de Bolsonaro", dijo Richard Back, jefe de estrategia política para América Latina de XP Investimentos. "Estaba perdiendo votos y, de repente, se convierte en una víctima casi tan grande como Lula".