El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respaldó una expansión de los controles de antecedentes previos a la compra de armas tras las masacres en El Paso, Texas y Dayton, Ohio, pero aseguró que "no hay apetito político" para reponer la prohibición de rifles estilo militar.
Si bien afirmó que no hay suficiente apoyo en el Congreso para volver a promulgar la prohibición de armas de asalto, que expiró en 2004, precisó que discutirá la idea con legisladores. "Sin duda mencionaré eso", comentó en la Casa Blanca.
El líder de la mayoría republicana en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, se ha negado a permitir una votación sobre la propuesta legislativa aprobada por la Cámara de Representantes que ampliaría los controles de antecedentes y no ha indicado si cambiará su postura a raíz de las tragedias, en las cuales murieron 31 personas.
Trump anteriormente se mostró a favor de reforzar los controles, pero cambió de parecer tras la intervención de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), cuyos miembros representan parte importante de su base política.