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Trump eliminará barrera a la construcción de centrales a carbón

La administración Trump eliminará una barrera clave para la construcción de nuevas centrales eléctricas a carbón en Estados Unidos; pero no espere que las empresas de servicios públicos las construyan.

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La administración Trump eliminará una barrera clave para la construcción de nuevas centrales eléctricas a carbón en Estados Unidos; pero no espere que las empresas de servicios públicos las construyan.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) propondrá el jueves reducir los límites de la era Obama a las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas a carbón nuevas y modificadas que efectivamente requerían el uso de la costosa tecnología de captura de carbono.

Aunque ese mandato regulatorio era un obstáculo para la construcción de centrales eléctricas a carbón, las realidades económicas y de mercado han creado obstáculos mucho mayores, que según los analistas persistirán sin importar lo que haga la administración Trump.

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"Es dudoso que el cambio de política propuesto haga una gran diferencia para los posibles desarrolladores de centrales eléctricas a carbón", señaló Rob Barnett, analista de Bloomberg Intelligence. "La economía de construir una nueva planta a carbón simplemente no tiene sentido dada la disponibilidad de gas natural abundante y barato" que ha ayudado a hacer que las nuevas plantas a carbón sean “unas de las opciones de electricidad más caras en este momento".

Cuando han trascurrido dos años de la presidencia de Donald Trump, a pesar de las medidas regulatorias para mejorar el destino del carbón, los productores en EE.UU. siguen perdiendo clientes nacionales ya que otras regulaciones ambientales y las presiones económicas alientan a las empresas de servicios públicos a adoptar el gas natural de combustión más limpia y las energías renovables de emisión cero.

Desde 2010, los propietarios de centrales eléctricas han cerrado o anunciado planes para cerrar al menos 630 plantas a carbón en 43 estados: cerca del 40 por ciento de la flota de carbón de EE.UU., según datos de la Coalición Estadounidense por la Electricidad Limpia del Carbón, una agrupación que representa a la empresa de servicios públicos Southern Co., Peabody Energy Corp., una importante minera de carbón, y otras empresas.

La próxima propuesta de la EPA flexibilizaría los límites del dióxido de carbono para las plantas nuevas y modificadas que no podrían satisfacerlos sin instalar algún tipo de tecnología para captar las emisiones. Pero es posible que haga poco más que entregar un impulso sicológico a la industria del carbón y reforzar el apoyo de Trump al sector después de sus promesas de campaña de revivir el carbón y restaurar los empleos mineros.

La administración Trump ya ha tomado medidas reguladoras para hacer que el carbón sea más barato de extraer y más atractivo de quemar para producir electricidad al reducir las regulaciones, sin embargo, no está claro que la última propuesta de la EPA convencerá a las empresas de servicios públicos de aprovechar el cambio.

Xcel Energy Inc., empresa de servicios públicos con sede en Minnesota, se comprometió el martes a que su electricidad sea libre de carbono para el año 2050, usando energías renovables y posiblemente tecnología de captura de carbono en centrales de carbón y gas.

"Ningún número de revocaciones regulatorias o promesas de campaña vacías a las mineras de carbón va a cambiar el movimiento hacia la energía limpia", dijo Kenneth Cook, presidente del Environmental Working Group, una organización de defensa. "La única variable ahora es la rapidez con que ocurrirá la transición a un sistema eléctrico dominado por energías renovables".

Aunque los sistemas de captura de carbono se han desplegado en las refinerías de petróleo y otras instalaciones, incluida una unidad de carbón en una planta de energía de NRG Energy Inc. en Texas, no se han desplegado ampliamente a escala comercial en el sector eléctrico.

El reemplazo propuesto por la EPA elevaría los límites de emisiones de dióxido de carbono para que puedan satisfacerse utilizando otras tecnologías más baratas. La medida estará sujeta al escrutinio público y podría finalizar el próximo año.

La perspectiva a largo plazo para el carbón como fuente de energía en EE.UU. no ha mejorado mucho. La Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. predice una continua disminución en la participación del carbón en el mercado nacional de electricidad; de un 30 por ciento en 2017ª un 26 por ciento el año próximo.

A pesar de la disminución del consumo interno, la producción de carbón de EE.UU. ha sido impulsada por el aumento de las exportaciones. Según la EIA, se espera que EE.UU. extraiga 756 millones de toneladas cortas de carbón este año, ligeramente inferior a los 774 millones del año pasado pero un poco más que los 728 millones de toneladas cortas producidas en 2016, antes de que Trump asumiera el cargo.