La Unión Europea ve un brexit largo como el resultado más probable de una cumbre de emergencia entre sus líderes la próxima semana, a pesar de que no es la preferencia de ninguna de las partes.
El compromiso de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, de adelantar negociaciones multipartidistas con el líder laborista de la oposición, Jeremy Corbyn, además de las señales de que el Reino Unido está comenzando los preparativos para la posibilidad de elecciones europeas, ha alentado a los gobiernos de la UE porque creen que ha reducido significativamente el riesgo de que Gran Bretaña deje el bloque sin un acuerdo, dijeron los funcionarios.
Pero la UE es pesimista acerca de las posibilidades de que el Parlamento británico apruebe el acuerdo para fines de la próxima semana, el plazo establecido por el bloque, lo que retrasa el posible resultado. May y Corbyn celebran su primera reunión en Londres el miércoles por la tarde, y las conversaciones están llenas de riesgos para ambos políticos.
Con las opciones del Reino Unido reduciéndose, la UE ha esbozado un plan:
- Si May obtiene la aprobación de su acuerdo para el brexit antes del 12 de abril, el Reino Unido podrá permanecer en la UE hasta el 22 de mayo y no tendrá que participar en las elecciones europeas del 23 de mayo.
- Si se pierde el plazo del 12 de abril, es probable que los líderes de la UE ofrezcan al Reino Unido una larga extensión, condicionada a que el país participe en las elecciones europeas.
- El Reino Unido podría abandonar la UE en cualquier momento antes del final de una larga extensión si el Parlamento aprueba el acuerdo, y no tendría que participar en las elecciones de la UE si la aprobación se produce antes del 22 de mayo.
"El 12 de abril es la fecha final para una posible aprobación", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al Parlamento Europeo en Bruselas. "Si la Cámara de los Comunes no adopta una postura antes de esa fecha, no será posible una extensión a corto plazo".
Eso le daría a May 48 horas después de la cumbre del 10 de abril para hacer aprobar su acuerdo antes de que se desencadene un extensión larga.
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Los gobiernos de la UE todavía están divididos por la duración de una extensión prolongada, y muchos reconocen las dificultades asociadas con mantener al Reino Unido en el bloque durante muchos meses más.
Irlanda está entre los que presionan por el mayor retraso posible, mientras Francia y Lituania argumentan que no debería haber ninguno en absoluto. Si bien la decisión debe ser unánime entre los 27 líderes, los diplomáticos de la UE confían en que, a pesar de la retórica pública, ninguno de ellos usará un veto y se arriesgará a llevar al Reino Unido al limbo jurídico.
Aunque la UE hasta ahora ha dejado en claro que cualquier extensión larga debe venir con un cambio en la política del Reino Unido, como un referéndum o una elección general, es poco probable que los líderes insistan en esto. Sin embargo, el Reino Unido tendría que acordar no interferir en asuntos sensibles de la UE mientras sea miembro y presentar un plan claro para los próximos meses.
CP
