La ayuda humanitaria de EE.UU. permanece en una bodega en Cúcuta, Colombia, justo al otro lado de la frontera de Venezuela, país golpeado por la crisis. Según el presidente venezolano, Nicolás Maduro, los suministros forman parte de un complot maquinado por Washington para debilitar a su gobierno.
Juan Guaidó, el líder de la oposición venezolana cuya autoproclamación como presidente interino ha sido reconocida por más de 30 países, dice que los productos ingresarán a Venezuela el 23 de febrero. No está claro cómo, ya que Maduro aún controla el ejército de Venezuela.
Mientras la ayuda permanece en el limbo, miles de venezolanos cruzan la frontera todos los días en busca de alimento y medicina. A menudo cruzan caminos con los contrabandistas que se aprovechan de las extremas distorsiones de los precios en la Venezuela de Maduro para vender productos con grandes márgenes en Colombia.
Maduro rechaza la ayuda humanitaria del mundo pero recibe la de Rusia
El fotógrafo de Bloomberg News, Iván Valencia, pasó una semana cerca de las ciudades fronterizas colombianas de Cúcuta y Puerto Santander, y fue testigo de la desesperación provocada por la implosión económica de Venezuela.
- En la ciudad fronteriza de Cúcuta, Colombia, los voluntarios de la casa de paso Divina Providencia preparan más de 4.000 almuerzos diarios para alimentar a los venezolanos. Aquí, una monja sostiene a una niña en Divina Providencia el 4 de febrero.
- Policías colombianos inspeccionan un vehículo que lleva botes de combustible cerca de Cúcuta. Funcionarios del gobierno venezolano y ciudadanos comunes contrabandean comida y gasolina a Colombia para vender con un gran margen de beneficio. Este comercio lleva ocurriendo años en el mercado negro y continúa incluso cuando Venezuela está a punto de entrar en hambruna.
- Funcionarios de la Defensa Civil colombiana llenan cajas con ayuda humanitaria de EE.UU. en un almacén cerca del puente internacional Tienditas, el 8 de febrero.
- Venezolanos llevan suministros que compraron en Colombia, cruzan el puente internacional Simón Bolívar, que también cruza el río Táchira, para regresar a casa.
- Motociclistas transportan combustible de contrabando cerca de la frontera con Venezuela, por una carretera fuera de Puerto Santander, Colombia.
- Madres y niños hacen fila en la Divina Providencia en Cúcuta, el 11 de febrero.
- Un voluntario clasifica los paquetes de ayuda humanitaria de EE.UU. en un almacén en Cúcuta. "La actitud de Maduro y sus amigos es horrible, porque prohibir el acceso a la ayuda humanitaria es un crimen contra la humanidad", dijo el presidente colombiano, Iván Duque, durante un viaje a Washington.
- Un voluntario reparte boletos para ingresar a la casa de paso la Divina Providencia, el 11 de febrero. En 2017, un sacerdote local, José David Cana, estableció el proyecto para ayudar a los venezolanos que escapan de la crisis en su país.
- Policías colombianos patrullan una ruta de contrabando cerca de la frontera con Venezuela.
- Venezolanos esperan la atención de los médicos en una Cruz Roja colombiana en Cúcuta.
- Al amanecer, venezolanos cruzan el puente internacional Simón Bolívar para comprar productos en Colombia.
- Policías patrullan en Cúcuta, la ciudad fronteriza más grande de Colombia.
- Un venezolano carga a su hijo cerca del puente internacional Simón Bolívar en la ciudad de Los Patios, a las afueras de Cúcuta. Muchos venezolanos traen grandes mochilas y equipaje a Colombia y los llenan con suministros para llevar a casa.
- El combustible de contrabando atraviesa un río en barcas de madera en Puerto Santander.
- Vendedores informales venden medicamentos a los venezolanos que cruzan el puente internacional Simón Bolívar para comprar artículos que ya no están disponibles en su propio país.
- El combustible de contrabando incautado de Venezuela en un camión de la policía en una ruta de contrabando cerca de Cúcuta.
- Manifestantes sostienen carteles y gritan consignas durante una protesta contra Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en Cúcuta, el 12 de febrero.
- Las personas hacen fila para comer en la casa de paso la Divina Providencia.
- Un oficial de la policía patrulla una ruta de contrabando utilizada para ingresar comida y combustible venezolanos a Colombia y revenderlos con un margen de ganancia del 1.000 por ciento o más.
