Decenas de antiguos clientes de Bernard Madoff están presionando para obtener acceso a una enorme base de datos de registros de operaciones y otros documentos confiscados de la desaparecida firma de valores del estafador para presentar una teoría marginal sobre el épico fraude: no fue un esquema Ponzi.
Por extraño que parezca, hay una razón por la cual están presentando esta reclamación: si no se trató de un esquema Ponzi, no necesitarían renunciar a más de US$100 millones en lo que el liquidador de la firma de Madoff denomina ganancias por operaciones falsas.
Los clientes dicen que pueden probar que Madoff usó efectivo de sus clientes de asesoría financiera para comprar miles de millones de dólares en bonos del Tesoro y tenía acciones de compañías Fortune 100 que aparecían en sus estados. Eso, argumentan, anularía la afirmación del liquidador de que todo se trató de un esquema Ponzi en el que no se llevó a cabo ninguna transacción real, una teoría que el liquidador califica de pura ficción.
"El estándar para un esquema Ponzi es que no hay un negocio legítimo, pero Madoff era el mayor formador de mercado del mundo", dijo la abogada Helen Davis Chaitman, quien representa a unos 70 clientes. "Creo que puedo probar que se compraron valores para algunos de mis clientes".
La disputa pone de relieve cómo casi una década después de que Madoff admitiera haber usado el dinero de inversionistas nuevos para pagar a los más antiguos, algunas víctimas siguen cuestionando con vehemencia los elementos básicos de uno de los mayores escándalos de la historia.
El liquidador de la firma de Madoff, Irving Picard, ha recuperado más de US$13.000 millones para las víctimas, principalmente demandando a clientes que retiraron más dinero de Madoff del que ingresaron, lo que él llama ganancias falsas. Pero Chaitman dice que Picard está equivocado, y sostiene que fue la Comisión de Valores y Bolsa de EE.UU. la que fue defraudada porque Madoff mintió sobre sus pérdidas por las operaciones y carga de deuda, pero no sobre las operaciones en sí.
Como resultado, las reclamaciones de los clientes por pérdidas deberían basarse en sus estados de cuenta finales --un total de US$64.000 millones para todos los clientes de Madoff-- en lugar del capital perdido total de US$17.500 millones, señala la abogada.
"No lo han probado, después de todo este tiempo y de todo este dinero", dijo Carol Neville, otra abogada de los clientes, en una audiencia en el tribunal de quiebras el 25 de julio en Nueva York.
Desde 2016, Chaitman ha tratado de obtener acceso a un conjunto de 30 millones de documentos del negocio y de la unidad de formación de mercado de Madoff, en busca de cualquier documento que vincule títulos reales con el dinero por asesoría de inversiones. La base de datos contiene cada fragmento de evidencia de las oficinas de Madoff, desde el contenido de los disquetes y discos duros, hasta los documentos que se encontraron en los escritorios de los empleados cuando llegaron las autoridades.
La base de datos "desmentirá lo que ha representado a lo largo del caso", dijo Chaitman sobre Picard. "¿Por qué no nos da acceso? No tiene ningún costo para él".
Heather Wlodek, portavoz de Picard, declinó entregar declaraciones. Picard dijo anteriormente que Madoff sí compró miles de millones de dólares en títulos a lo largo de la vida de su empresa, incluidos algunos con efectivo del negocio de asesoría de inversiones. Pero los títulos no fueron para beneficio de los clientes, y los informes que registran dichas compras fueron falsificadas durante años, dijo.
El juez del tribunal de quiebras de EE.UU. Stuart Bernstein recomendó en la audiencia del 25 de julio que Picard le otorgue a Chaitman acceso a la base de datos más grande y ponga fin a la disputa. Podría necesitarse uno o más juicios para resolver la disputa.