El médico sanitarista Ernesto Antúnez, quien trabajó en el monitoreo de medicamentos de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), fue entrevistado en el piso de "QR!" con el fin de echar luz sobre las posibles causas que habrían permitido que miles de ampollas de fentanilo contaminado con bacterias fueran comercializadas. Al momento se cuentan más de 90 fallecidos en al menos cuatro provincias, y están bajo investigación varios casos más en una causa donde todavía no hay detenidos.
Pablo Caruso, conductor del programa que se emite por Bravo TV de lunes a viernes a las 22, describió el hecho como “una tragedia inédita por su magnitud y por el nivel de riesgo que implica para la población”. Las ampollas contaminadas fueron comercializadas por HLB Pharma y Laboratorios Ramallo, cuya propiedad es de Ariel García Furfaro.
"ANMAT fue creada hace 33 años y, desde entonces, nunca tuvimos un episodio como este. ¿Qué cambió?. Es una excelente pregunta saber qué pasó. Uno tendería a pensar que algo cambió", preguntó Antúnez, sembrando interrogantes sobre la eventual existencia de modificaciones aún no reveladas en los controles que el organismo lleva a cabo. El médico luego criticó las declaraciones que en el marco del caso hizo Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, quien relativizó la necesidad de la existencia del ANMAT, aunque el funcionario se ocupó de subrayar que no dijo que el ente deba dejar de funcionar.
"Argentina se convirtió en un polo de investigación y salud gracias a la administración de la ANMAT. Existe un decreto de Carlos Menem que establece con claridad cuáles son los requisitos que deben cumplir los medicamentos elaborados en el país y los importados de países centrales o de aquellos menos confiables. La tendencia mundial es extremar los cuidados, no relajarlos", explicó Antúnez, quien luego fue contundente: "Si después de más de 30 años nos damos el lujo de tener 96 muertos por un producto no verificado, estamos ante un límite intolerable”.
En la misma línea, la periodista Irina Hauser sostuvo: “Seguramente algo pasó, porque todos los controles se aflojaron”. Para Pablo Yedlin, diputado de Unión por la Patria (UxP), la gravedad del caso no tiene antecedentes. El legislador aportó su mirada en conexión telefónica.
"La ANMAT es una de las agencias de control más reconocidas de América Latina. Argentina tiene una industria farmacéutica de primer nivel. Producimos medicamentos que se exportan al mundo, y en ese proceso sus controles son claves. Recordemos el rol que jugó en la pandemia de COVID-19 frente a las dudas sobre las vacunas", contextualizó el sanitarista.
El caso reaviva el debate sobre la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de la población, en un contexto en el que especialistas advierten que relajar los controles puede ocasionar daños irreparables.
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