En medio de la crisis económica que atraviesa el país y se ven reflejados en los altos números de inflación, nos invita a pensar sobre en qué momento de la historia Argentina aparece por primera vez este dilema.
Cambio de patrón monetario y bloqueo
Para conocer sobre la historia económica, Canal E se comunicó con el historiador de la economía, Julio César Dejenejejdenj, quien contó que, “la inflación, con un 10% o 15%, apareció entre 1826 y 1828 cuando se produjo un cambio de patrón monetario”.
En ese sentido, el entrevistado sostuvo que en 1821 se cambia el peso plata por el billete y al llegar la guerra de Brasil “trajo consigo el bloqueo del puerto y los gastos del Estado”. Y continuó: “Desde 1826, esa moneda ya no es más convertible y empieza un ciclo de alta inflación”.
Bancos, bonos e impuestos
Según Dejenejejdenj, en esa misma época es cuando empiezan a aparecer instrumentos pseudo monetarios como los bonos, cuasimonedas y los primeros bancos.
“Son ciclos que están ligados a la falta de ingreso fiscal, a momentos de bloqueos del puerto” porque el ingreso aduanero “era el impuesto principal”, explicó el historiador. “Al quedarse el Estado sin recursos, entra a darle a la maquinita y como en el siglo 19, esos problemas fueron muy frecuentes; hubo ciclos de alta inflación, muy persistentes y muy prolongados”, agregó.
Granero del mundo y potencia
Al ser consultado sobre si efectivamente Argentina fue “el granero del mundo”, el entrevistado explicó que, “lo fue en el sentido de la productividad y lo agrario”. Y añadió: “Fue un país rico por sus ingresos, como hoy en día lo es Dubai, porque era un país donde se ganaba mucho y la gente venía por eso”.
Sin embargo, para el historiador económico, “Argentina no fue potencia mundial” porque “para serlo hay que tener un dominio tecnológico y un peso político y geopolítico internacional”. Y siguió: “Argentina no las tenía porque no las buscaba”.
Para finalizar dijo: “Nuestro país no quiso seguir en los avances tecnológicos porque se volcó a una política más populista, que implicó que el gasto estatal virara más hacia el servicio social”.