A lo largo de la campaña que tenía como objetivo las elecciones generales y anteriormente las PASO, Javier Milei llamó la atención de los jóvenes y se adueñó de esa parte del electorado, el cual representa alrededor del 30%. De cara al balotaje la disputa por la juventud continúa y es por eso que este medio dialogó con el doctor en ciencias sociales, Pablo Vommaro.
“Hubo una especie de desesperación o de carrera contra el tiempo para hablarle a la juventudes entre comillas”, comentó Pablo Vommaro, que luego agregó: “entonces, se hacían tik toks, transmisiones por twitch o videos que se pretendían graciosos y que muchas veces dejaban en ridículo a los candidatos”.
Juventud: un voto en disputa sobre realidades concretas
Posteriormente, Vommaro planteó: “La preocupación por el llamado voto jóven o por cómo son las adhesiones político electorales de las juventudes continúa y se ve en las campañas”. Luego, manifestó que, “si bien puede haber adhesiones que se fueron definiendo en agosto, octubre y ahora de cara al 19 de noviembre, es un voto que está en disputa sobre realidades concretas”.
Los jóvenes representan el 30% del electorado
“El voto jóven abarca entre el 25 y 30% según cómo tomemos las edades”, sostuvo el entrevistado. En relación a este tema, expresó que, “las juventudes lo que buscan a nivel de discurso político y de interpelación pública es ser escuchados, reconocidos, tenidos en cuenta y que los candidatos se ponen en el lugar de ellos, es decir, sentir empatía y es algo que pasa muy poco entre los candidatos”.
Por otro lado, el doctor en ciencias sociales señaló: “Muchos candidatos en redes sociales hacían el ridículo porque la red social tiene un carácter dialógico, o sea, lo que más nos interesa son las interacciones”. Sobre la misma línea, remarcó que, “la red no es una especie de cañonera o de emisor de mensajes unidireccionales. Muchos candidatos pensaban que solo filmando un tik tok o transmitiendo algún acto político por twitch ya le hablaban a las juventudes y por supuesto que no es así”.
“Hay una realidad material de precarización de las juventudes o deterioro de las condiciones de vida en general”, aseveró Vommaro. “Se ven a las juventudes que también configuran malestares, enojos, rabias y eso puede direccionar para un lado o para el otro ciertas adhesiones políticas”, concluyó.
