Al analizar los dos primeros años del gobierno de Javier Milei, Horacio Fazio propuso una lectura en clave de balance, diferenciando con claridad los activos y los pasivos de la gestión. “La única forma de analizarlo es a través de las grandes cuestiones, diferenciando claramente lo positivo de lo negativo”, señaló, al tiempo que remarcó que algunos resultados impactan de manera directa en la vida cotidiana de los argentinos.
Dentro del balance positivo, Fazio fue categórico: “Sin lugar a dudas, la estrella es el control de la inflación”. Según explicó, este fenómeno excede lo estrictamente económico. “La inflación nos toca a todos los argentinos y afecta incluso cuestiones como la tensión y la ansiedad en la vida cotidiana”, afirmó, aludiendo a cómo la variación de precios condiciona el acceso a bienes y servicios.
Inflación, salarios y control del espacio público
Consultado sobre el poder adquisitivo, Fazio relativizó una caída generalizada. “La pérdida del salario real no ha sido pronunciada; algunos sectores han mejorado y otros no”, explicó. Sin embargo, advirtió que el mercado laboral sí mostró señales negativas: “Se han perdido fuentes laborales, particularmente en el sector industrial y en la construcción”.
Otro punto que incluyó dentro del activo del balance fue el control de los movimientos sociales. “Se logró un control del espacio público, sobre todo en las grandes urbes”, sostuvo, y lo vinculó con una estrategia dual del Gobierno. “Hubo una actualización importante de beneficios sociales como la AUH”, remarcó, subrayando que resulta paradójico para un gobierno de orientación liberal. Para Fazio, “estos son los dos grandes factores que están dentro del activo de un balance de dos años”.
Nepotismo, opacidad y el pasivo del gobierno
Al pasar al pasivo, el especialista no dudó en señalar problemas estructurales. “Son evidentes ciertos rasgos de nepotismo”, afirmó, y explicó el concepto como “el gobierno de los familiares y/o amigos”. En ese sentido, apuntó directamente a figuras del entorno presidencial: “Personajes que no han sido elegidos democráticamente tienen un inmenso poder dentro de la estructura gubernamental”.
Fazio mencionó de manera explícita el rol de la hermana del Presidente y de su principal asesor. “Caputo no ocupa ningún cargo formal y no es responsable legalmente de sus actos”, advirtió, y calificó como grave que “haya ofrecido un cargo en la Corte Suprema sin tener autoridad institucional”.
Finalmente, sumó otro elemento crítico: “Hay episodios de supuesta corrupción con una opacidad indiscutible”, concluyó, anticipando que estos casos merecen un análisis más profundo sobre su impacto político y social.