La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC) presentaron un informe conjunto que destaca el ingreso significativo de divisas al país por parte del sector agroexportador en septiembre. Sin embargo, también advierten sobre la alarmante capacidad ociosa que afecta a esta industria, lo que podría impactar su rendimiento futuro.
Cuáles fueron los niveles de liquidación
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la economista María Marta Rebizo quien expresó que los volúmenes de liquidación de divisas en este mes “se mantuvieron en niveles similares a los del mes anterior”.
En cuanto a la capacidad de producción, “actualmente estamos operando a un 55%, lo que significa que el 45% de la capacidad se encuentra ociosa”, dijo la entrevistada y mencionó que, “si no se hubiera recurrido a la importación de soja, principalmente desde Paraguay y algo desde Brasil, esta capacidad utilizada habría caído al 46%”.
Qué sucede con la producción de la soja
Según Rebizo, el desincentivo en la producción de soja se vio agravado por políticas gubernamentales que han favorecido el cultivo de maíz, debido a las diferencias en los derechos de exportación entre ambos productos. “Esto ha llevado a una expansión en el área sembrada de maíz, a expensas de la soja”, mencionó la entrevistada y aseguró que este año, la producción de maíz también se vio seriamente afectada, particularmente por el impacto de la chicharrita, lo que “derivó en que las exportaciones de maíz caigan en la segunda mitad del año”.
En continuidad con el tema, Rebizo expresó que en esta situación, los productores muestran reticencia a sembrar maíz, especialmente en regiones gravemente afectadas como el norte de Córdoba y el norte de Santa Fe. “En esas áreas, es probable que el área sembrada con soja aumente, lo que podría llevar a una leve recuperación en la producción de soja para la próxima campaña”, aclaró.
Argentina y su liderazgo en la exportación
Además, la entrevistada destacó que la Argentina ha sido históricamente un líder en la exportación de harina y aceite de soja, ocupando el primer lugar mundial en ambos productos con bienes de superiores al 50% del mercado mundial, mientras que ahora “estamos por debajo del 40%, con una participación aproximada del 35%”.
Y cerró: “Si esta tendencia no se invierte, es probable que sigamos perdiendo participación en el comercio internacional”.