En diálogo con Canal E, José Luis Ammaturo, Secretario General de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (CAMIMA), compartió su análisis sobre el sector metalúrgico en Argentina, resaltando las mejoras desde octubre, pero advirtiendo sobre la falta de políticas industriales de largo plazo y la necesidad de reformas tributaria y laboral.
Mejoría en el Sector, Pero Aún con Desafíos
Ammaturo abordó la situación del sector metalúrgico, destacando su diversidad y heterogeneidad. “Nuestro sector es el metalúrgico, el metalmecánico, es un sector bastante heterogéneo”, explicó, señalando que abarca desde la fabricación de maquinaria hasta la producción de piezas metálicas y servicios especializados.
Aunque la actividad creció alrededor de un 2% interanual, “hay empresas que están funcionando muy bien, ligadas a rubros que empezaron a despegarse”, como los sectores petroquímico y alimenticio, mientras otras, como autopartes y fundición, siguen enfrentando dificultades.
A partir de las elecciones, Ammaturo percibe un cambio en la confianza de los empresarios: “A partir de octubre se dio un marco de confianza. Saber que el país va hacia un lado”.
Sin embargo, la falta de crédito sigue siendo una limitante para el crecimiento. “La industria está trabajando sin crédito... a medida que el crédito no aparezca, es un lastre que se tiene para darle plena actividad”, agregó el dirigente.
Competitividad: Desafíos y Necesidad de Reformas
Uno de los grandes temas de la conversación fue la competitividad del sector metalúrgico. Según Ammaturo, “Las industrias que se han modernizado son altamente competitivas”, pero los desafíos continúan a la hora de exportar productos, especialmente debido a la presión fiscal: “Cuando nosotros compramos materia prima, no compramos un elemento procesado, ya tiene una cadena de valor que es muy larga y esos costos se van incrementando”.
En cuanto a las reformas necesarias, Ammaturo subrayó que la industria enfrenta un sistema impositivo regresivo, con impuestos nacionales, provinciales y municipales que encarecen los productos. “Ingresos Brutos es un impuesto totalmente regresivo que va cobrándose en toda la cadena de pago”, dijo, pidiendo una reforma tributaria que alivie la carga sobre los sectores productivos.
Además, resaltó la necesidad de una reforma laboral, con leyes más adaptadas a la realidad actual. “Estas leyes laborales están perimidas desde hace más de 70 años, y realmente no están aggiornadas a los tiempos actuales”.