En diálogo con Canal E, Joaquín Waldman, investigador económico de la UBA, analizó el nuevo esquema cambiario, el presupuesto y los desafíos de inflación y financiamiento externo.
Para Waldman “va a haber que hacer un poco y un poco: comprar reservas, acumular divisas y mostrar voluntad y capacidad de pago”, una señal clave para recuperar la confianza de los mercados.
Según el economista, la reciente baja del riesgo país permitió una primera colocación externa, aunque todavía limitada. “Por ahora es una colocación pequeña, un monto chico, están tanteando el mercado”, afirmó, y remarcó que el acceso pleno al financiamiento internacional será gradual, en la medida en que mejoren las condiciones macro y se consolide el programa económico.
Reservas, riesgo país y vuelta a los mercados
Waldman sostuvo que la estrategia oficial busca combinar acumulación de dólares con refinanciación de vencimientos. “Están buscando que parte de esa refinanciación sea pidiendo dinero en el mercado internacional y no toda comprando dólares de las exportaciones”, explicó.
Sin embargo, advirtió que el costo financiero sigue siendo elevado: “La colocación fue al 9 y pico por ciento anual, una tasa alta, pero que permite cumplir con las obligaciones inmediatas”. Para el analista, esta etapa inicial funciona como una prueba de confianza más que como una reapertura plena de los mercados.
Inflación, dólar y un presupuesto exigente
Consultado sobre las metas oficiales, Waldman fue cauto. El Gobierno proyecta una inflación anual del 10%, pero el economista consideró que el objetivo es demasiado ambicioso. “Resulta exigente, sobre todo si el Fondo Monetario empieza a pedir que el dólar no se aprecie tanto”, señaló, y agregó que la sostenibilidad del programa puede entrar en tensión con la velocidad de la desinflación.
En esa línea, afirmó que “un esquema más sostenible hace que la desinflación sea más paulatina”, por lo que alcanzar una inflación de un dígito anual parece, por ahora, lejano.
Respecto al tipo de cambio proyectado en el presupuesto, Waldman también expresó reparos. “La economía argentina todavía tiene una nominalidad muy alta”, afirmó, y concluyó: “No veo que el dólar pueda quedarse estable, va a seguir teniendo algún ritmo de subas”.