Sólo el 2% del agua de todo el mundo es dulce, fundamental para la vida, el desarrollo y el mantenimiento de las personas y los ecosistemas.
El agua subterránea proporciona casi la mitad del agua dulce, 40% del agua para la agricultura y un tercio de lo que necesita la industria.
La contaminación y la sobreexplotación reducen las reservas de agua dulce, lo que se suma a la demanda creciente de la industria y la agricultura.
Por otra parte, el agua dulce es una de las mejores lentes para evaluar el cambio climático y los efectos que estamos teniendo los humanos sobre la Tierra.
En América Latina, donde el 80% de los habitantes vive en zonas urbanas, mantener el suministro y el balance de agua es vital. Esto se dificulta con la aparición de megaciudades.
Acuífero Guaraní
Los acuíferos son reservas de agua subterráneas. Almacenan el agua que reciben de la lluvia, que se infiltra en el suelo y se aloja en las grietas de las rocas del sustrato o en la estructura porosa de los sedimentos.
El Sistema Acuífero Guaraní (SAG) es un cuerpo transfronterizo de rocas que contiene agua subterránea presente en grandes porciones del subsuelo de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Es el tercer acuífero más grande del mundo, detrás del Areniscas de Nubia en África y la Gran Cuenca Artesiana en Australia.
Formado por rocas sedimentarias predominantemente arenosas, representa una de las mayores reservas de agua dulce del mundo. Tiene 37.000 kilómetros cúbicos de agua de diversas calidades. Podría abastecer una población de 360 millones de personas, con una dotación de 300 litros diarios por habitante.
Por qué el agua no puede ser tomada como una mercancía
Por el norte, toma contacto con el Pantanal brasilero, que a su vez se conecta con la Amazonia. El límite oeste en el Paraguay es difuso. La cuenca, que incluye ríos, arroyos, lagunas y esteros, ocupa 1.200.000 km2: Brasil, en un 70%; Argentina, 19%; Paraguay, 6%; y Uruguay, 5%.
El área más importante y fundamental de recarga y descarga es el corredor transfronterizo entre Paraguay, Brasil y Argentina: la Triple Frontera.
En territorio argentino se estima que se prolonga en el norte hacia la cuenca del Bermejo y el límite sur es también difuso, por lo que no se descarta que continúe hacia la región pampeana.
El país que más lo explota es Brasil, que abastece aproximadamente 400 ciudades del centro y sur del país. En Argentina se explotan apenas 20 perforaciones termales de agua dulce.
Un recurso codiciado
El SAG es un componente integral del contexto socioeconómico regional, en el que cumple funciones esenciales y por el que se ve directamente afectado.
Ante semejante recurso estratégico, el Banco Mundial organizó en 2003 una reunión en Montevideo a la que asistieron representantes de países del Mercosur, ocasión en que se firmó un proyecto de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable del Sistema Acuífero Guaraní.
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El proyecto tuvo aportes del propio ente crediticio y de los gobiernos de Holanda, Alemania, el Organismo Internacional de Energía Atómica, la Organización de los Estados Americanos y el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Ya se destinaron 27 millones de dólares para estudios y exploraciones de toda la cuenca, para elaborar e implementar en forma conjunta un marco institucional y técnico para el manejo y la preservación.
Riesgos: venta de los sistemas de distribución, tratamiento y/o almacenamiento por parte del Estado nacional; concesiones para que las corporaciones multinacionales se hagan cargo del servicio y del cobro por la operación y mantenimiento.
Es imprescindible cumplir con los distintos acuerdos regionales para fortalecer la sostenibilidad y disponibilidad de las aguas, además de cumplir con su consideración como un Derecho Humano básico.
