La vacuna antigripal ya comenzó a distribuirse en las provincias argentinas y estará disponible en hospitales y centros de salud públicos a partir de este lunes, cuando se lance oficialmente la Campaña Nacional de Inmunización contra la gripe 2018, según informó a PERFIL el Ministerio de Salud de la Nación.
“Hemos adquirido más de 10 millones de dosis para distribuir entre adultos y niños en todo el país con un presupuesto de más de 1.200 millones de pesos. El objetivo fundamental es inmunizar a toda la población de riesgo”, indicó el ministro, Adolfo Rubinstein.
Cada año, la vacuna cambia su composición en función de las cepas de virus de influenza circulantes. La Organización Mundial de la Salud, a través de sus expertos, recomendó para el Hemisferio Sur 2018: las cepas virus tipo B y virus tipo A (H1N1) y A (H3N2). Este último, según especialistas, se considera una cepa “poco frecuente” y fue responsable de una agresiva temporada de gripe en los Estados Unidos, con más de 34 millones de enfermos, 710 mil hospitalizaciones y 56 mil muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE.UU.
“Es impredecible saber cómo impactará esto en Argentina. Lo importante es estar alertas y vigilar la circulación de los virus, ya que este va mutando. En América del Norte no contaban con la protección adecuada, y en nuestro país ya la incorporaron a la formulación de la vacuna. Por supuesto que las personas que están en factores de riesgo tienen más chances de fallecer por gripe, por eso la prevención es tan importante”, explicó la infectóloga Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE).
“La cepa que circuló en el Hemisferio Norte no es ni más ni menos peligrosa, solo es diferente. Siempre y cuando la gente se vacune, no tiene por qué haber un aumento de hospitalizaciones”, sostuvo por su parte Miriam Burgos, subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación.
Coberturas. Al formar parte del Calendario Nacional, la vacunación contra la gripe es gratuita y obligatoria para niños de entre 6 y 24 meses de edad, embarazadas en cualquier trimestre de gestación; las puérperas dentro de los diez días posteriores al parto –si no la recibieron durante el embarazo–, adultos mayores de 65 años y el personal de salud. Asimismo, presentando una orden médica, pueden recibirla todas las personas de entre 2 y 64 años con factores de riesgo (enfermedades cardíacas, respiratorias o renales, inmunodepresión, diabetes u obesidad). La vacuna también está disponible en centros privados: cada dosis cuesta entre $ 500 y $ 600.
Cabe señalar que los niños de 6 a 24 meses deben recibir dos dosis, separadas por al menos cuatro semanas. En relación con esto, Burgos problematizó: “Si bien a nivel local se cuenta con una buena recepción vacunal en la población, no logramos completar este esquema en los menores de 2 años. Entiendo que, en comparación con otros países, estamos en excelentes condiciones pero el año pasado no llegamos ni al 80% de cobertura en este grupo y necesitamos superar esta barrera”.
Por su parte, Vizzotti, ex titular de la Dirección de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio, aseguró que tras la última pandemia de 2009 los argentinos bajaron la alerta sobre la gripe. “Es muy común escuchar ‘me vacuné y me engripé igual’, y esto es un error. La vacuna es inactivada; es decir, no produce la gripe. Pero al no cubrir el 100% de virus que circulan –eso sería imposible–, se desestima. El objetivo de la vacunación es que la gente no se muera por gripe, no que no se enferme”.
Para 2018, desde el Ministerio de Salud esperan llegar a una cobertura del 95% para los grupos de riesgo antes de la llegada del invierno. “Tanto los adultos mayores como las personas que padecen alguna enfermedad tienen bastante conciencia sobre la vacunación, ahora nos resta llegar a una mayor tasa de cobertura en niños y embarazadas. La gripe se acerca”, finalizó Burgos.