Un grupo de astrónomos reveló que un agujero negro supermasivo, ubicado en el núcleo de la galaxia PBC J2333.9-2343, cambió de dirección y se encuentra actualmente apuntando directamente hacia la Tierra.
Según la Royal Astronomical Society, PBC J2333.9-2343 se encuentra a 657 millones de años luz de distancia y tiene 40 veces el tamaño de la Vía Láctea. Aunque antes era reconocida como radiogalaxia, ahora ha adquirido una nueva denominación como blazar.
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Una radiogalaxia es una de las categorías de galaxias activas, es decir, constelaciones que poseen en su núcleo un agujero negro del cual se emite una enorme cantidad de energía. A su vez, los blazar son un tipo de radiogalaxia, con la excepcionalidad de que el chorro que se desprende del centro apunta hacia la tierra.
La radiación que genera el agujero negro produce chorros de materia relativista, a velocidades próximas a la luz, los cuales se ubican habitualmente a ambos polos del agujero. Estos también son conocidos como jets y se encuentran hechos de partículas elementales cargadas.
La investigación ha revelado que en la galaxia lejana los chorros relativistas cambiaron drásticamente su dirección en un ángulo de hasta 90 grados, pasando de estar en el plano del cielo, perpendicular a la línea de visión, a alinearse directamente con el planeta.
Con el jet apuntando en esta dirección, la emisión se ve fuertemente potenciada y puede superar fácilmente a la procedente del resto de la galaxia. Esto, a su vez, genera destellos de alta intensidad más fuertes que los que provienen de otras radiogalaxias, cambiando así su categorización.
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¿Por qué el agujero negro apunta hacia la tierra?
Los investigadores aún no están seguros de que provocó el cambio de dirección. Algunos especulan que podría haber sido un choque o una fusión con otra galaxia o cualquier otro objeto relativamente grande. Otros apuntan a que pudo producirse por un fuerte estallido de actividad en el núcleo galáctico después de un período de inactividad.
Para poder saber más sobre esta misteriosa galaxia, el equipo de astrónomos tuvo que observarla a través de una amplia gama del espectro electromagnético, con telescopios de radio, ópticos, infrarrojos, de rayos X, ultravioleta y de rayos gamma.
Luego, compararon las propiedades de PBC J2333.9-2343 con grandes muestras de galaxias blazares y no blazares proporcionadas por el proyecto ALeRCE (Aprendizaje automático para la clasificación rápida de eventos) en Chile, con datos del Zwicky Transient Facility (ZTF) y el Sistema de última alerta de impacto terrestre de asteroides (ATLAS).
Gracias a los datos de observación, los investigadores concluyeron en que esta galaxia tiene un chorro brillante en el centro, con dos lóbulos en las áreas exteriores. Estos lóbulos están relacionados con los antiguos jets que ya no se alimentan del núcleo.
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La Dra. Lorena Hernández-García, autora principal del artículo e investigadora del Instituto Milenio de Astrofísica, sostuvo: “El hecho de que veamos que el núcleo ya no está alimentando a los lóbulos significa que son muy viejos. Son las reliquias de la actividad pasada, mientras que las estructuras ubicadas más cerca del núcleo representan chorros más jóvenes y activos”.
¿En que afecta que el agujero negro apunte hacia la Tierra?
Los especialistas tampoco tienen claro como la dirección del agujero negro afectará a nuestra galaxia, aunque la existencia de otros blazars en el Universo demuestran que, por el momento, la incidencia directa de estos fenómenos sobre el planeta es baja.
RV CP