CIENCIA
enfermedades cronicas

Los varones con "diabesidad", los más afectados por el coronavirus

El 80% de los fallecidos en el país tenía más de 60 años y un 68% eran hombres. La mayoría presentaba factores de riesgo: diabetes y obesidad.

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Casos severos en Argentina. | infografia g. p.

Un análisis de los fallecidos hasta el momento por coronavirus en la Argentina concluye que el 80% tenía más de 60 años, con una edad promedio de 72. El 68% eran varones y el 32% mujeres, según datos del último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación. El 61% de las personas fallecidas tenían factores de riesgo asociados, un 21% no padecía comorbilidades conocidas y no hay información disponible en el 16% de los casos. De acuerdo con los datos a los que accedió PERFIL, entre los fallecidos que tenían factores de riesgo los dos principales fueron diabetes y obesidad, seguido por Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, enfermedades neurológicas, enfermedades oncológicas, inmunocompromiso, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal y tuberculosis.

Ser varón mayor de 60 años y tener sobrepeso y/o diabetes parece aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad grave. El fenómeno también se observa en EE.UU., Francia e Inglaterra. Según estadísticas británicas del Icnarc (Intensive Care National Audit & Research Centre), sobre los enfermos de Covid-19 internados en terapia intensiva, el 73% son hombres y el 73,4% sufren sobrepeso u obesidad. Pero ¿por que el coronavirus parece ensañarse especialmente con la población masculina que sufre obesidad y diabetes? Los médicos buscan respuestas para explicar el fenómeno. 

“La obesidad y la diabesidad (diabetes tipo II debido a la obesidad) son enfermedades inflamatorias crónicas de grado leve a moderado. Las personas aumentan de peso de dos maneras: o aumentan el número de células adiposas (hiperplasia) o el tamaño de cada célula adiposa (hipertrofia). Cuando no hay capacidad de hacer nuevas células (adipogénesis), se deposita grasa ectópica. Un adipocito puede guardar tres microgramos de grasa en cada célula. Por fuera de esto, el organismo lo percibe como raro y lo combate con células del sistema inmune. Eso genera inflamación y compromete al sistema inmunológico atacando a un enemigo que no es tal”, explicó Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición. 

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Las personas con obesidad y diabetes II presentan alteraciones en la respuesta inmunitaria. “Los monocitos y linfocitos funcionan menos, las llamadas células asesinas o killers –que son células que específicamente destruyen las células infectadas– no trabajan bien. Tampoco responden al antígeno, a la sustancia que produce una reacción inmunológica de defensa. Además, tienen una función reducida de macrófagos, las células que tiene que ‘comerse’ bacterias o virus”, sostuvo Katz. “El coronavirus de por sí produce un impacto inflamatorio en múltiples tejidos. En alguien con obesidad, diabetes –que ya tiene un estado inflamatorio crónico– su respuesta es mucho peor. Lo que estamos viendo es que los obesos son un grupo de riesgo, como ya se había visto en otros coronavirus”.

Diferencias. Tampoco se sabe por qué el coronavirus afecta más a varones que a mujeres. “Hay varias teorías en análisis. Una posible postula que los varones tendrían una mayor cantidad de receptores celulares tipo ACE2 en los componentes de ciertos tejidos. Y eso podría facilitar el ingreso del SARS-CoV-2 a la célula. También es posible que a, a igual edad, haya más varones que mujeres padeciendo comorbilidades o en un grado más agudo”, manifestó Gerardo Laube, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y docente de la Fundación Barceló. En casi todos los países del mundo ocurre que las mujeres suelen tener una mayor expectativa de vida que el varón. “Además suelen estar más predispuestas a consultar antes y a cumplir los controles médicos”, afirmó el infectólogo.

Juliana Mociulsky, jefa de Nutrición en el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, remarcó que según la revista JAMA el gran indicador a considerar es la edad: tener más de 65 años aumenta casi tres veces el riesgo de mortalidad. Luego la diabetes (aumenta 2,3 veces más riesgo) y la hipertensión (casi duplica el riesgo). “En Wuhan, China, la comorbilidad más frecuente registrada fue hipertensión. En cambio entre los italianos menores de 50 años el mayor riesgo de mortalidad se asoció con obesidad mórbida, hipertensión y diabetes”. En EE.UU. pasa algo similar, “el índice de masa corporal de los pacientes en terapia intensiva rondaba 33”. Respecto a Argentina la experta recordó que “según la encuesta de factores de riesgo, el 12,6% de la población es diabética y el 55% de los argentinos tiene sobrepeso u obesidad”.

Para el endocrinólogo León Litwak, ex presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes, es importante diferenciar la diabetes tipo I de la II. El primer grupo –el 10% de los diabéticos– son personas que parecerían tener menos riesgo frente al coronavirus que los diabéticos tipo II. “En este último grupo, esta patología suele estar asociada con obesidad y problemas cardiovasculares, por lo que su lugar en el ranking puede deberse en parte también a cómo se toman y tabulan los datos epidemiológicos”.

 

Consejos para manejar la patología

E.G.

Para Litwak, la clave de prevención entre los diabéticos es tratar de tener bien controlada la patología y considerar el síndrome metabólico asociado. “El diabético tiene una ventaja: es una enfermedad que puede ser manejada perfectamente a la distancia, usando los medios de comunicación. Basta que el paciente puede medirse la glucosa, el peso y tomarse la presión y compartir esos datos con su médico para controlar o ajustar la medicación. Todo eso sin concurrir al consultorio”, recordó. También recomendó charlar con el médico de cabecera sobre si es necesario, en este momento de la pandemia, modificar la dosis o el tipo de alguno de los medicamentos específicos que se toman para la diabetes. Por otra parte, en el caso de la EPOC, según Laube, “no se debe discontinuar la medicación y es clave que haya una completa cesación tabáquica”. Finalmente Mociulsky detalló que también es importante que las personas con problemas cardíacos o hipertensión tomen sus medicamentos. “Los centros de cardiología y las guardias están abiertas. Cualquier paciente o familiar que registre síntomas de un infarto o ACV debe consultar o ir a una guardia segura”.