Tras cumplir los seis meses de vida, apenas el 30% de los bebés siguen siendo amamantados con leche materna. Los datos se desprenden de una encuesta presentada ayer por UNICEF. Todas las miradas, y también las preguntas, se las llevó la actriz y embajadora de de la organización Natalia Oreiro que, junto a su hijo Merlín, son la cara de esta campaña que busca promover el amamantamiento prolongado.
El trabajo de investigación que encuestó a cerca de 24.000 mujeres, reveló que -si bien el 95% de los recién nacidos en Argentina recibe leche materna, con el transcurrir de los primeros cuatro meses ese número cae y sólo el 54% la recibe de forma exclusiva. “Y a los 6 meses, solamente el 30% de los bebés llegan con lactancia materna exclusiva”, le explicó a PERFIL la epidemióloga Zulma Ortiz.
Esta tendencia sigue en descenso y solamente el 9% de las madres llega a los dos años del bebé dándole la alimentación recomendada que combina leche materna con alimentos sólidos.
La asesora de UNICEF, también destacó otra particularidad que se registra en Argentina. “El sector que más rápidamente deja de amamantar son los estratos sociales medios, mientras que en los niveles más bajos y más altos de la escala socioeconómica se encuentra la mayor adherencia a las recomendaciones internacionales”.
La encuesta también detalla que son las madres con estudios secundarios o universitarios incompletos las que tienen menores tasas de amamantamiento durante la primera hora de vida del bebé. Según los expertos, las razones que explican esta situación se basan en una combinación de desconocimiento, prejuicios y mitos sobre los efectos que causa el amamantar en forma prolongada.
“Los datos científicos indican que amamantar durante dos años no sólo favorece la salud física y psicológica del bebé sino que también eleva la protección ante el cáncer de mama y la diabetes en la madre”, completó la especialista.