En la ciudad de Buenos Aires (CABA) y la provincia de Buenos Aires (PBA), se pronostica un índice UV máximo de 3 a 5 para hoy 22 de diciembre. Sus valores representan un riesgo moderado tras el paso de nubosidad y tormentas en la región.
A la par, en el resto del país, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advierte niveles muy altos y extremos (11+) en el norte y Cuyo, mientras que en la Patagonia el índice será moderado. Se recomienda consultar el mapa oficial ante la variabilidad climática.
Qué es el índice UV y por qué es importante para la salud
El Índice UV Solar Mundial (IUV) es una medida estándar de la intensidad de la radiación ultravioleta que alcanza la superficie terrestre en un lugar y momento determinados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este indicador se expresa en una escala que comienza en 0 y no tiene límite superior; a medida que el número aumenta, crece el potencial de daño para la piel y los ojos.

Es fundamental conocer este índice porque permite a la población tomar decisiones informadas sobre su protección. La OMS y la OPS destacan que los valores de 1 a 2 son bajos, de 3 a 5 moderados, de 6 a 7 altos, de 8 a 10 muy altos y de 11 en adelante se consideran extremos, requiriendo en estos últimos casos medidas de seguridad.
El peligro de los rayos ultravioletas del sol para la salud
La exposición excesiva a la radiación UV es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel, incluyendo el melanoma, que es el tipo más agresivo. La OPS advierte que los rayos ultravioleta pueden causar quemaduras dolorosas, envejecimiento prematuro de la piel (fotoenvejecimiento) y daños en el sistema inmune, reduciendo la capacidad del cuerpo para defenderse de ciertas enfermedades.
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Además de los efectos cutáneos, el sol sin protección puede provocar lesiones oculares graves. Entre las afecciones más frecuentes señaladas por la OMS se encuentran las cataratas, que son responsables de una gran parte de la ceguera a nivel mundial, y la fotoqueratitis, una inflamación de la córnea similar a una quemadura solar en el ojo que puede resultar muy incapacitante.
Para protegerse de forma efectiva, la OMS recomienda evitar la exposición directa al sol durante las horas de mayor radiación, que generalmente se ubican entre las 10 y las 16 horas. En caso de estar al aire libre, se debe buscar la sombra y utilizar barreras físicas como sombreros de ala ancha, anteojos con filtro UV certificado y ropa de trama cerrada que cubra la mayor parte del cuerpo posible.
Asimismo, es imprescindible el uso de protectores solares de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 30 o superior. Este debe aplicarse generosamente sobre la piel seca 20 minutos antes de la exposición y reaplicarse cada dos horas, o con mayor frecuencia después de nadar o realizar ejercicio físico intenso.