Los incendios en el oeste y sur de la provincia de La Pampa dejaron al menos 83.000 hectáreas arrasadas y graves pérdidas en vegetación y animales. Así lo confirmó el director general de Defensa Civil provincial, David García, quien advirtió de todas maneras que no es una cifra “determinante porque hay imágenes que no se pueden tomar, ya sea porque está nublado o está obstruida la visión”.
La situación más difícil se desarrolló desde el viernes en Jacinto Arauz y Santa Isabel, pero también se registraron incendios en Rucanelo y en el acceso norte de Santa Rosa. Este martes se desató otro frente entre Quehue y Ultracan.
Alerta: por la ola de calor vuelven los incendios en la Patagonia
“Anoche habíamos terminado de contener uno de los fuegos más grandes en la zona de Arauz, pero el viento se dio vuelta en un momento y eso hizo que el fuego se pasara a otro cuadro. Estamos trabajando. Lamentablemente agarramos una semana de ola de calor y eso complica la situación para poder trabajar”, explicó García.
Por su parte, trabajadores del campo remarcaron el trabajo exhaustivo de los bomberos voluntarios y consideraron que la provincia debería contar con aviones hidrantes. “Estamos rodeados de fuego. Solo hay un avión hidrante. Los bomberos voluntarios hace una semana que están tratando de apagar, sin ayuda del gobernador”, relató una vecina de Jacinto Arauz que pidió reserva de su nombre.
El lunes se sumó un avión hidrante del Plan Nacional del Manejo del Fuego (PNMF) que se encontraba en la provincia de Buenos Aires. La aeronave comenzó sus operaciones desde la pista del aeroclub Arauz y se suma al avión observador con base en Santa Rosa.

Según relatos de medios locales, el fuego fue controlado por la noche en la zona de Traicó, retomó su intensidad debido a la alta temperatura y el viento. En el lugar se encuentran trabajando personal de Defensa Civil y bomberos voluntarios de Jacinto Arauz, General San Martín y Bernasconi.
La combinación de altas temperaturas, sequía y viento mantiene el riesgo en niveles críticos. La Pampa es una de las provincias que el Servicio Nacional de Manejo del Fuego catalogó en alerta por peligro de incendio, junto al sur de Buenos Aires, de Mendoza y de San Luis, Neuquén, Río Negro y Chubut.