COLUMNISTAS
Defensora de Género

¿Dónde está la política frente a la discusión de la ley ómnibus?

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Falta mucho. Solo catorce países lograron la equidad de género, según un trabajo del Banco Mundial. Estos son, en general, de Europa. | cedoc

Esta semana asistimos al mayor fracaso de la política que puede traer consecuencias muy graves. Sabemos que la política es el arte de negociar y de buscar el acuerdo o consenso, por lo menos de la mayoría de quienes participan. Y en esta definición no nos referimos solo a la de los partidos políticos, sino en general, aplicada a todos los aspectos de la vida. Negociamos en nuestras familias, en nuestro trabajo, en fin, permanentemente en la vida de relación estamos negociando y desarrollando acuerdos que nos permiten convivir con los otros. Por eso en la política partidaria esto es mucho más importante. El Congreso Nacional, los  provinciales, los Concejos Deliberantes, son los ámbitos en donde se desarrolla esa negociación entre los distintos representantes electos por el pueblo. La negociación política se ha desvirtuado en nuestro país, debido al autoritarismo de un sector que profundizó la polarización y generó la “grieta” donde cada uno se ubicó en un lado de ella, y desde allí se atrincheró contra los del otro lado. Se llegó a una simplificación que cualquier expresión a favor de uno de los lados era interpretada como adhesión a ese bando y así acababa la posibilidad de dialogar. Las posiciones del medio no eran toleradas. Esto es lo opuesto a la política que es diálogo, es búsqueda de puntos de acuerdo y no de desacuerdo, es búsqueda de consensos, de diferente medida, pero consensos. Lamentablemente la “grieta” sigue presente y los comportamientos son los mismos, que antes de las elecciones. Ahora el gobierno nacional recuerda que ganó con el 56% de los votos, pero no aclara que fue en el balotaje. También quienes están en los gobiernos provinciales y municipales así como en los legislativos, fueron electos por la voluntad popular,  todos son legítimos. Es cierto que a mayor cantidad de votos mayor legitimidad, pero en el sistema democrático las minorías tienen que ser escuchadas y es muy importante considerarlas. Entonces el diálogo debe primar. Esto no ocurrió suficientemente en la discusión de la ley ómnibus, en parte por la celeridad en el tratamiento, pero también por la actitud de los actores, especialmente el PEN, ya que es la ley que le interesa, pero que debía ganar logrando superar su debilidad numérica en el Congreso. Ahora, esperemos que recapaciten y superada la “bronca” dialoguen para encontrar los consensos mínimos que permitan una ley útil para la ciudadanía.

En estas últimas décadas, se desvirtuó la negociación política catalogando a la mayoría de los políticos como “la casta”. Estamos ante una situación muy grave, la población está sufriendo una inflación galopante junto al congelamiento de los salarios, e incluso la suspensión del pago para los empleados públicos nacionales, a quienes se les atrasa el pago sumado a  los despidos. Los jubilados viven situaciones críticas teniendo que optar muchos entre “comer” o comprar medicamentos. A su vez, el aumento autorizado de las prepagas lleva a muchos a tener que renunciar a ellas y quedarse solo con la atención  en los servicios públicos de salud. Hospitales que desde hace meses están sobrecargados por la mayor demanda, y además, sin médicos y personal suficiente porque los bajos salarios y la falta de posibilidades de formarse profesionalmente los aleja de la práctica hospitalaria. A la pobreza infantil recibida por el Gobierno, se suma ahora la incapacidad de continuar el apoyo a los comedores comunitarios por eludir a los intermediarios sociales, pero cayendo entonces en los intermediarios religiosos. El aumento de las tarifas de transporte y de los servicios como luz y gas por la quita del subsidio estatal, resulta una situación social que puede explotar en cualquier momento. Si bien mucha población acepta que debe pasar un período crítico, ahora empieza a cuestionarse si el Gobierno con el eslógan de combatir la casta, no está ahogando a parte considerable del pueblo más desvalido. ¡¡¡Es momento de cuidar a todos, especialmente a los desposeídos!!!