Se buscan mujeres. A medida que nos acercamos al cierre de listas electorales, se vuelven más febriles las reuniones que con mayor o menor descaro se proponen armar frentes que permitan llegar con posibilidades a la competencia final. El periodismo hace visibles esos trajines, los públicos y también los menos explicables en términos meramente doctrinarios. Los partidos tradicionales (peronismo, radicalismo, socialismo) hormiguean y se rearman en alianzas inconstantes haciendo cada vez más difusos sus contornos. Las fotos del diario inmovilizan algunos de esos derroteros siempre provisorios.
No solo los partidos y agrupaciones explícitamente políticas se mueven, lo hacen también los sindicatos, los jueces, las asociaciones empresariales, las rurales y los siempre poderosos clubes de fútbol, en alianzas difíciles de explicar en pocas palabras a un marciano que recién aterriza, pero bastante naturales para los hábitos argentinos de desnudar el poder y usar la institucionalidad de excusa para alcanzarlo y retenerlo. ¿Qué tienen en común todos ellos?
Este año habrá una novedad de la que casi no se habla: paridad en las listas electorales. No se habla de paridad en las notas, ni se pregunta por ella en las entrevistas. En la realizada el domingo 24 de marzo a María Eugenia Vidal, Fontevecchia le preguntó por su condición de mujer, incluso por su vida personal y sus expectativas amorosas, pero no le preguntó por la Ley de Paridad que la provincia de Buenos Aires votó en octubre de 2016 y la Nación solo a fines de 2017. Y mucho menos por la aparente incongruencia de haber conformado un gabinete exclusivamente masculino.
¿Por qué los diversos frentes electorales no presentan a la sociedad, respaldan y dan voz a quienes conformarán la mitad de las listas que van a representarnos? Solo se hacen visibles unas pocas, casos excepcionales que obturan la visión del colectivo. En el feminismo de los 70 se hablaba de estos casos como “token women”, las que se aventuraban en entornos típicamente masculinos, muchas de ellas pioneras hacia la presencia mayor, o que por la resistencia a incluirlas hicieron posible medidas de acción afirmativa y discriminación positiva, como el cupo y la paridad.
Las mujeres aún son minoría en carreras de ciencia y tecnología
Las reacciones estudiadas en relación con estas mujeres, que excepcionalmente participaban en territorios hegemónicos de poder de varones, eran la masculinización en algunas dispuestas a la confrontación, y el cuidado extremo por evitar irritar mostrando comportamientos poco femeninos en otras. Estrategias que cambian a esas mujeres pero no cambian el poder. Para cambiar el poder debemos conformar una masa crítica que ponga en cuestión los mecanismos naturalizados y hegemónicos de acción política, de negociación y de alianzas.
Fotos del sábado. En la sección Política, las que ilustran la nota sobre 24 dirigentes gremiales y sociales (solo una mujer) y su adhesión a dirigentes peronistas (Cristina Kirchner, la única mujer); foto del “retiro espiritual” de Vidal y su equipo de ministros, ella la única mujer.
Domingo: foto de Macri visitando a Vidal en Chapadmalal, selfie de vestuario deportivo con Vidal apenas asomando; foto de dirigentes de la UCR hacia la Convención, todos varones; fotos de dirigentes de Alternativa Federal, todos varones; foto del Consejo Directivo de la CGT, todos varones; en Economía, foto del Simposio de Mercados, todos varones en el público, en el podio y en la pantalla.
¡Ah, mirá! En Ciencia, el equipo científico que obtuvo la mejor patente en Latinoamérica: liderado por un varón y una mujer, foto del laboratorio con todas mujeres jóvenes trabajando...